A las 3 de la mañana, las botas cayeron: la Reserva Federal cortó las tasas en 25 puntos básicos como se esperaba, y BTC subió instantáneamente un 10% hasta los 94.000 dólares. Pero antes de que la emoción se apagara, el gráfico de puntos dejó un baldazo de agua fría en el mercado: en 2026, es posible que solo haya una bajada, y el resto dependerá de los datos.

El precio también es muy honesto. De los 94,000 cayó directamente por debajo de los 90,000 y todavía está oscilando abajo.

Sin embargo, esta reunión reveló dos señales clave:
Primero, no se prevé subir las tasas a corto plazo. Siguiendo la trayectoria prevista, en 2026 habrá una bajada, y en 2027 otra. ¿Alguien dice «¿de qué sirve bajar tan poco»? Pero la política monetaria nunca se basa solo en la magnitud de los recortes—lo crucial es la dirección. Mientras siga en ciclo de recortes, las expectativas de liquidez no cambiarán, y esto es una buena noticia a largo plazo para los activos de riesgo. Una vez que se forma una tendencia, no se invierte fácilmente.

La segunda, aún más importante: a partir del 13 de diciembre, se recomprarán 400 millones de dólares en bonos del Tesoro a corto plazo cada mes.

¿Y qué significa esto? La Reserva Federal pasa oficialmente de un modo de «reducción de balance» a uno de «expansión del balance». Las operaciones continuas de ajuste de liquidez que se venían haciendo se detuvieron el 1 de diciembre, y ahora se comienza a inyectar activamente dinero en el mercado. Esto es acción real, no solo promesas orales.

A simple vista, esta reunión parece similar a las anteriores—otra operación rutinaria de 25 puntos básicos. Pero al analizar más detenidamente, las palabras y acciones de Powell están enviando señales de cambio de rumbo.

El mercado puede seguir siendo volátil a corto plazo, pero la tendencia ya está clara: ciclo de flexibilización + expansión del balance, el flujo de fondos se dirige en una dirección favorable.