¡El FMI advierte sobre el riesgo de fragmentación de las stablecoins! Un mercado de 300.000 millones de dólares enfrenta numerosos obstáculos regulatorios.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado el informe “Entendiendo las stablecoins”, advirtiendo que la fragmentación de los marcos regulatorios nacionales está creando “barreras” estructurales, amenazando la estabilidad financiera, debilitando la regulación y ralentizando el desarrollo de los pagos transfronterizos. La capitalización de mercado global de las stablecoins ya supera los 300.000 millones de dólares, siendo USDT de Tether y USDC de Circle las que representan la mayor parte de la oferta.
Caos regulatorio en el mercado de 300.000 millones de dólares
(Fuente: FMI)
El mercado global de stablecoins ya supera los 300.000 millones de dólares, una escala que supera el PIB de muchos países pequeños, convirtiendo a las stablecoins de herramientas financieras marginales en activos de importancia sistémica. USDT de Tether y USDC de Circle representan más del 85% del mercado conjunto. Aproximadamente el 40% de las reservas de USDC están en bonos del Tesoro estadounidense a corto plazo, mientras que USDT mantiene cerca del 75% de sus reservas en estos activos, y un 5% en bitcoin.
La concentración de reservas en el mercado de deuda pública vincula directamente a las stablecoins con el sistema financiero tradicional. Este vínculo es un arma de doble filo: por un lado, proporciona un respaldo de valor relativamente fiable, pero por otro convierte a las stablecoins en compradores clave del mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. Cuando el 60% de los 300.000 millones de dólares de stablecoins se invierte en bonos estadounidenses, supone una demanda de aproximadamente 180.000 millones de dólares. Esta magnitud convierte a los emisores de stablecoins en actores sistémicos del mercado de deuda pública estadounidense.
El FMI ha revisado cómo regulan las stablecoins las principales economías, incluidos EE. UU., Reino Unido, la UE y Japón, y ha detectado grandes diferencias en sus enfoques. En EE. UU., el estatus regulatorio de las stablecoins ha sido durante mucho tiempo incierto; la SEC intenta considerarlas valores, mientras que la CFTC podría clasificarlas como materias primas. En la UE, el marco MiCA (Reglamento sobre Mercados de Criptoactivos) regula de forma relativamente clara las stablecoins, exigiendo licencia europea a los emisores y el cumplimiento de requisitos de reservas.
Japón regula las stablecoins bajo la ley de servicios de pago, limitando su emisión a instituciones financieras autorizadas. El Reino Unido está desarrollando su propio marco regulatorio, inclinándose por tratarlas como instrumentos de pago y no como valores. Esta fragmentación global es el núcleo del problema señalado por el FMI.
Cuatro modelos de regulación global de las stablecoins
Modelo de valores (algunos reguladores de EE. UU.): consideradas contratos de inversión, sujetas a la legislación de valores
Modelo de instrumento de pago (Japón, Reino Unido): reguladas como dinero electrónico, restringiendo los emisores
Modelo legislativo específico (UE MiCA): creación de un marco regulatorio específico para criptoactivos
Vacío regulatorio (algunas jurisdicciones offshore): ausencia de regulación clara o regulación deliberadamente laxa
Las consecuencias prácticas de esta fragmentación permiten a los emisores de stablecoins registrarse en jurisdicciones con regulaciones laxas (como Islas Caimán o Bermudas) y prestar servicios a usuarios en mercados más estrictos. Esto limita la capacidad de los reguladores para supervisar reservas, reembolsos, gestión de liquidez y controles contra el blanqueo de capitales.
El verdadero camino por el que el arbitraje regulatorio amenaza la estabilidad financiera
(Fuente: FMI)
El FMI señala que los emisores de stablecoins pueden operar en jurisdicciones con regulación laxa y, al mismo tiempo, ofrecer servicios a usuarios de mercados más estrictos, debilitando así la eficacia global de la regulación. El Fondo advierte que esto provoca arbitraje regulatorio. Los emisores pueden elegir registrarse donde haya menos exigencias, pero sus tokens circulan globalmente, dificultando la supervisión de cualquier regulador en solitario.
Además del arbitraje regulatorio, el informe destaca el problema de la fragmentación tecnológica. Cada vez más stablecoins operan en diferentes blockchains y exchanges, que no siempre son interoperables. Actualmente, USDT se emite en más de 15 blockchains diferentes, incluyendo Ethereum, Tron, Solana, Avalanche, entre otras. En cada red, USDT es técnicamente un token independiente; aunque teóricamente intercambiable 1:1, su transferencia entre cadenas requiere servicios de puente, aumentando la complejidad y el riesgo.
El FMI considera que esta falta de coordinación eleva los costes de transacción, ralentiza el desarrollo del mercado y dificulta la eficiencia de los pagos globales. Las diferencias regulatorias nacionales agravan la complejidad del uso y la liquidación transfronterizos. Por ejemplo, una empresa de la UE que quiera pagar a un proveedor estadounidense con stablecoins debe garantizar que cumple tanto con MiCA como con la normativa de EE. UU., lo que incrementa considerablemente los costes de cumplimiento debido a los requisitos divergentes.
El mayor riesgo para la estabilidad financiera proviene de escenarios de reembolsos masivos. El FMI advierte que reembolsos a gran escala podrían forzar ventas rápidas de bonos y activos de repo, perturbando los mercados de financiación a corto plazo, cruciales para la transmisión de la política monetaria. Si la confianza del mercado colapsa y se reembolsan 100.000 millones de dólares en stablecoins en poco tiempo, los emisores se verían obligados a vender unos 70.000 millones de dólares en bonos del Tesoro. Una venta de tal magnitud aumentaría los rendimientos de la deuda estadounidense, afectando los tipos hipotecarios y el coste de financiación empresarial, transmitiendo la inestabilidad del mercado cripto a la economía real.
Los cinco requisitos clave de la nueva guía del FMI
Para abordar estos riesgos, el FMI ha emitido nuevas directrices globales destinadas a reducir la fragmentación. El núcleo de estas directrices es el establecimiento de estándares regulatorios unificados, de modo que las stablecoins estén sujetas a las mismas reglas básicas sin importar la jurisdicción.
Los cinco pilares de la guía regulatoria de stablecoins del FMI
Definición unificada: adopción global de una definición común de stablecoin, eliminando la confusión en la clasificación
Normas sobre activos de reserva: solo se permite la tenencia de activos líquidos de alta calidad como bonos públicos a corto plazo, limitando estrictamente los activos de riesgo
Garantía de reembolso 1:1: los emisores deben garantizar en todo momento el reembolso íntegro a la par bajo demanda
Marco de supervisión transfronterizo: creación de mecanismos de intercambio de información para la supervisión coordinada entre reguladores
Misma actividad, misma regulación: bancos, fintechs o plataformas cripto deben cumplir las mismas normas
El Fondo afirma que, independientemente de que el emisor sea un banco, una fintech o una plataforma cripto, debe aplicarse el principio de “misma actividad, mismo riesgo, misma regulación”. El objetivo es eliminar el arbitraje regulatorio y garantizar que todos los emisores de stablecoins afronten los mismos costes y estándares de cumplimiento.
El FMI también señala que las stablecoins deben estar respaldadas únicamente por activos líquidos de alta calidad, como bonos públicos a corto plazo, limitando estrictamente los activos de riesgo. Este requisito apunta directamente a la práctica de Tether de mantener un 5% de reservas en bitcoin. El FMI sostiene que las stablecoins, como herramientas de pago, deben priorizar la estabilidad y liquidez sobre el retorno de la inversión. Tener activos volátiles como bitcoin u oro puede aumentar los rendimientos a largo plazo, pero incrementa el riesgo de no poder reembolsar el total al vencimiento.
La nueva guía también incluye mayor coordinación internacional en la aplicación de la normativa contra el blanqueo de capitales, licencias y supervisión de grandes acuerdos globales de stablecoins. El blanqueo de capitales es uno de los grandes retos regulatorios, ya que la anonimidad y facilidad transfronteriza de las stablecoins facilita el movimiento ilícito de fondos. El FMI insta a los países a crear mecanismos de intercambio de información en tiempo real para rastrear transferencias sospechosas de stablecoins de gran volumen.
La dolarización digital y el enfrentamiento final por la soberanía monetaria
El uso generalizado de stablecoins extranjeras debilita el control monetario nacional, reduce la demanda de la moneda local y acelera la dolarización digital. Este es el mayor temor de muchas economías emergentes. En países con alta inflación como Argentina, Turquía o Venezuela, la población utiliza masivamente USDT como reserva de valor, generando de facto una “circulación sombra” del dólar. Además, las stablecoins facilitan eludir controles de capital a través de monederos no custodiados y plataformas offshore.
En China, el banco central ya ha descrito las stablecoins como una amenaza para la estabilidad financiera y la soberanía monetaria. Los estrictos controles de capital chinos impiden convertir yuanes en divisas extranjeras, pero las stablecoins ofrecen una vía alternativa. Los usuarios pueden comprar criptomonedas en China con yuanes, cambiarlas por USDT y luego convertirlas en dólares en el extranjero. Esta vía de fuga de capital es la principal razón de la dura represión de China sobre las stablecoins.
El FMI también advierte que los vínculos crecientes entre emisores de stablecoins, bancos, custodios, exchanges y fondos aumentan el riesgo de que las turbulencias digitales se propaguen al sistema financiero general. Esta interconectividad significa que la inestabilidad del mercado cripto puede transmitirse al sistema financiero tradicional a través de las stablecoins.
La advertencia del FMI llega en un momento de creciente presión regulatoria global. En Europa, el Banco Central Europeo ha alertado recientemente de que, aunque la cuota de mercado de las stablecoins en la eurozona es pequeña, su creciente vinculación con los bonos estadounidenses supone un riesgo de efectos indirectos. El Comité Europeo de Riesgo Sistémico también ha pedido la adopción de salvaguardias urgentes para las estructuras transfronterizas de stablecoins bajo el marco MiCA de la UE.
El FMI concluye que, sin una regulación global coherente, las stablecoins pueden eludir las salvaguardias nacionales, desestabilizar economías frágiles y propagar crisis financieras a gran velocidad entre países. Esta advertencia no es alarmista, sino que se basa en un profundo conocimiento de la historia financiera mundial. En el pasado, la innovación financiera transfronteriza sin regulación ha sido a menudo el detonante de crisis financieras.
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¡El FMI advierte sobre el riesgo de fragmentación de las stablecoins! Un mercado de 300.000 millones de dólares enfrenta numerosos obstáculos regulatorios.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado el informe “Entendiendo las stablecoins”, advirtiendo que la fragmentación de los marcos regulatorios nacionales está creando “barreras” estructurales, amenazando la estabilidad financiera, debilitando la regulación y ralentizando el desarrollo de los pagos transfronterizos. La capitalización de mercado global de las stablecoins ya supera los 300.000 millones de dólares, siendo USDT de Tether y USDC de Circle las que representan la mayor parte de la oferta.
Caos regulatorio en el mercado de 300.000 millones de dólares
(Fuente: FMI)
El mercado global de stablecoins ya supera los 300.000 millones de dólares, una escala que supera el PIB de muchos países pequeños, convirtiendo a las stablecoins de herramientas financieras marginales en activos de importancia sistémica. USDT de Tether y USDC de Circle representan más del 85% del mercado conjunto. Aproximadamente el 40% de las reservas de USDC están en bonos del Tesoro estadounidense a corto plazo, mientras que USDT mantiene cerca del 75% de sus reservas en estos activos, y un 5% en bitcoin.
La concentración de reservas en el mercado de deuda pública vincula directamente a las stablecoins con el sistema financiero tradicional. Este vínculo es un arma de doble filo: por un lado, proporciona un respaldo de valor relativamente fiable, pero por otro convierte a las stablecoins en compradores clave del mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. Cuando el 60% de los 300.000 millones de dólares de stablecoins se invierte en bonos estadounidenses, supone una demanda de aproximadamente 180.000 millones de dólares. Esta magnitud convierte a los emisores de stablecoins en actores sistémicos del mercado de deuda pública estadounidense.
El FMI ha revisado cómo regulan las stablecoins las principales economías, incluidos EE. UU., Reino Unido, la UE y Japón, y ha detectado grandes diferencias en sus enfoques. En EE. UU., el estatus regulatorio de las stablecoins ha sido durante mucho tiempo incierto; la SEC intenta considerarlas valores, mientras que la CFTC podría clasificarlas como materias primas. En la UE, el marco MiCA (Reglamento sobre Mercados de Criptoactivos) regula de forma relativamente clara las stablecoins, exigiendo licencia europea a los emisores y el cumplimiento de requisitos de reservas.
Japón regula las stablecoins bajo la ley de servicios de pago, limitando su emisión a instituciones financieras autorizadas. El Reino Unido está desarrollando su propio marco regulatorio, inclinándose por tratarlas como instrumentos de pago y no como valores. Esta fragmentación global es el núcleo del problema señalado por el FMI.
Cuatro modelos de regulación global de las stablecoins
Modelo de valores (algunos reguladores de EE. UU.): consideradas contratos de inversión, sujetas a la legislación de valores
Modelo de instrumento de pago (Japón, Reino Unido): reguladas como dinero electrónico, restringiendo los emisores
Modelo legislativo específico (UE MiCA): creación de un marco regulatorio específico para criptoactivos
Vacío regulatorio (algunas jurisdicciones offshore): ausencia de regulación clara o regulación deliberadamente laxa
Las consecuencias prácticas de esta fragmentación permiten a los emisores de stablecoins registrarse en jurisdicciones con regulaciones laxas (como Islas Caimán o Bermudas) y prestar servicios a usuarios en mercados más estrictos. Esto limita la capacidad de los reguladores para supervisar reservas, reembolsos, gestión de liquidez y controles contra el blanqueo de capitales.
El verdadero camino por el que el arbitraje regulatorio amenaza la estabilidad financiera
(Fuente: FMI)
El FMI señala que los emisores de stablecoins pueden operar en jurisdicciones con regulación laxa y, al mismo tiempo, ofrecer servicios a usuarios de mercados más estrictos, debilitando así la eficacia global de la regulación. El Fondo advierte que esto provoca arbitraje regulatorio. Los emisores pueden elegir registrarse donde haya menos exigencias, pero sus tokens circulan globalmente, dificultando la supervisión de cualquier regulador en solitario.
Además del arbitraje regulatorio, el informe destaca el problema de la fragmentación tecnológica. Cada vez más stablecoins operan en diferentes blockchains y exchanges, que no siempre son interoperables. Actualmente, USDT se emite en más de 15 blockchains diferentes, incluyendo Ethereum, Tron, Solana, Avalanche, entre otras. En cada red, USDT es técnicamente un token independiente; aunque teóricamente intercambiable 1:1, su transferencia entre cadenas requiere servicios de puente, aumentando la complejidad y el riesgo.
El FMI considera que esta falta de coordinación eleva los costes de transacción, ralentiza el desarrollo del mercado y dificulta la eficiencia de los pagos globales. Las diferencias regulatorias nacionales agravan la complejidad del uso y la liquidación transfronterizos. Por ejemplo, una empresa de la UE que quiera pagar a un proveedor estadounidense con stablecoins debe garantizar que cumple tanto con MiCA como con la normativa de EE. UU., lo que incrementa considerablemente los costes de cumplimiento debido a los requisitos divergentes.
El mayor riesgo para la estabilidad financiera proviene de escenarios de reembolsos masivos. El FMI advierte que reembolsos a gran escala podrían forzar ventas rápidas de bonos y activos de repo, perturbando los mercados de financiación a corto plazo, cruciales para la transmisión de la política monetaria. Si la confianza del mercado colapsa y se reembolsan 100.000 millones de dólares en stablecoins en poco tiempo, los emisores se verían obligados a vender unos 70.000 millones de dólares en bonos del Tesoro. Una venta de tal magnitud aumentaría los rendimientos de la deuda estadounidense, afectando los tipos hipotecarios y el coste de financiación empresarial, transmitiendo la inestabilidad del mercado cripto a la economía real.
Los cinco requisitos clave de la nueva guía del FMI
Para abordar estos riesgos, el FMI ha emitido nuevas directrices globales destinadas a reducir la fragmentación. El núcleo de estas directrices es el establecimiento de estándares regulatorios unificados, de modo que las stablecoins estén sujetas a las mismas reglas básicas sin importar la jurisdicción.
Los cinco pilares de la guía regulatoria de stablecoins del FMI
Definición unificada: adopción global de una definición común de stablecoin, eliminando la confusión en la clasificación
Normas sobre activos de reserva: solo se permite la tenencia de activos líquidos de alta calidad como bonos públicos a corto plazo, limitando estrictamente los activos de riesgo
Garantía de reembolso 1:1: los emisores deben garantizar en todo momento el reembolso íntegro a la par bajo demanda
Marco de supervisión transfronterizo: creación de mecanismos de intercambio de información para la supervisión coordinada entre reguladores
Misma actividad, misma regulación: bancos, fintechs o plataformas cripto deben cumplir las mismas normas
El Fondo afirma que, independientemente de que el emisor sea un banco, una fintech o una plataforma cripto, debe aplicarse el principio de “misma actividad, mismo riesgo, misma regulación”. El objetivo es eliminar el arbitraje regulatorio y garantizar que todos los emisores de stablecoins afronten los mismos costes y estándares de cumplimiento.
El FMI también señala que las stablecoins deben estar respaldadas únicamente por activos líquidos de alta calidad, como bonos públicos a corto plazo, limitando estrictamente los activos de riesgo. Este requisito apunta directamente a la práctica de Tether de mantener un 5% de reservas en bitcoin. El FMI sostiene que las stablecoins, como herramientas de pago, deben priorizar la estabilidad y liquidez sobre el retorno de la inversión. Tener activos volátiles como bitcoin u oro puede aumentar los rendimientos a largo plazo, pero incrementa el riesgo de no poder reembolsar el total al vencimiento.
La nueva guía también incluye mayor coordinación internacional en la aplicación de la normativa contra el blanqueo de capitales, licencias y supervisión de grandes acuerdos globales de stablecoins. El blanqueo de capitales es uno de los grandes retos regulatorios, ya que la anonimidad y facilidad transfronteriza de las stablecoins facilita el movimiento ilícito de fondos. El FMI insta a los países a crear mecanismos de intercambio de información en tiempo real para rastrear transferencias sospechosas de stablecoins de gran volumen.
La dolarización digital y el enfrentamiento final por la soberanía monetaria
El uso generalizado de stablecoins extranjeras debilita el control monetario nacional, reduce la demanda de la moneda local y acelera la dolarización digital. Este es el mayor temor de muchas economías emergentes. En países con alta inflación como Argentina, Turquía o Venezuela, la población utiliza masivamente USDT como reserva de valor, generando de facto una “circulación sombra” del dólar. Además, las stablecoins facilitan eludir controles de capital a través de monederos no custodiados y plataformas offshore.
En China, el banco central ya ha descrito las stablecoins como una amenaza para la estabilidad financiera y la soberanía monetaria. Los estrictos controles de capital chinos impiden convertir yuanes en divisas extranjeras, pero las stablecoins ofrecen una vía alternativa. Los usuarios pueden comprar criptomonedas en China con yuanes, cambiarlas por USDT y luego convertirlas en dólares en el extranjero. Esta vía de fuga de capital es la principal razón de la dura represión de China sobre las stablecoins.
El FMI también advierte que los vínculos crecientes entre emisores de stablecoins, bancos, custodios, exchanges y fondos aumentan el riesgo de que las turbulencias digitales se propaguen al sistema financiero general. Esta interconectividad significa que la inestabilidad del mercado cripto puede transmitirse al sistema financiero tradicional a través de las stablecoins.
La advertencia del FMI llega en un momento de creciente presión regulatoria global. En Europa, el Banco Central Europeo ha alertado recientemente de que, aunque la cuota de mercado de las stablecoins en la eurozona es pequeña, su creciente vinculación con los bonos estadounidenses supone un riesgo de efectos indirectos. El Comité Europeo de Riesgo Sistémico también ha pedido la adopción de salvaguardias urgentes para las estructuras transfronterizas de stablecoins bajo el marco MiCA de la UE.
El FMI concluye que, sin una regulación global coherente, las stablecoins pueden eludir las salvaguardias nacionales, desestabilizar economías frágiles y propagar crisis financieras a gran velocidad entre países. Esta advertencia no es alarmista, sino que se basa en un profundo conocimiento de la historia financiera mundial. En el pasado, la innovación financiera transfronteriza sin regulación ha sido a menudo el detonante de crisis financieras.