Dos pesos pesados del mercado financiero, Brian Armstrong, CEO de Coinbase, y Larry Fink, presidente y CEO de BlackRock, fueron entrevistados por Andrew Ross Sorkin para debatir cómo la tokenización, la regulación y la influencia política están remodelando el orden financiero global. También expresaron una visión optimista sobre el criptoinvierno actual. A continuación, los puntos clave traducidos y resumidos.
De crítico a defensor: Larry Fink, ahora el mayor operador mundial de ETFs de Bitcoin
En 2017, Fink describía Bitcoin como un “indicador de blanqueo de capitales”. Hoy, es el mayor operador de ETFs de Bitcoin a nivel mundial. Reconoce haber cambiado de mentalidad tras profundizar en la comunidad de bitcoiners y comprender el diseño subyacente, dándose cuenta de que antes había pasado por alto su verdadero valor. Considera Bitcoin como un “activo de la era del miedo”: cuando aumentan la incertidumbre geopolítica, el déficit fiscal o la inestabilidad financiera, Bitcoin se convierte en refugio. Subraya que la volatilidad de Bitcoin es inevitable y está influida por el apalancamiento, pero que los inversores a largo plazo —fundaciones y fondos soberanos— están aumentando. Para él, lo importante es su papel como reserva de valor a largo plazo.
Armstrong, desde la perspectiva innovadora, respondió que la resistencia de las instituciones financieras tradicionales hacia las criptomonedas se debe a la incomprensión de las empresas innovadoras. Aunque los lobbies en Washington puedan resistirse, los departamentos de innovación de los bancos están colaborando activamente con Coinbase para experimentar con stablecoins, custodia y trading. Según Armstrong, las instituciones que adopten antes las nuevas tecnologías sobrevivirán.
Respecto a las críticas de Charlie Munger, que calificó Bitcoin de “veneno para ratas”, Fink considera que la experiencia generacional da forma a las opiniones. Crecer en una época dominada por el dólar dificulta imaginar un sistema financiero más descentralizado y digital. Armstrong añade que más de 52 millones de estadounidenses ya han usado criptomonedas y reclaman una regulación clara y justa; la represión inadecuada por parte del gobierno ha provocado la fuga de negocios. Reconoce haber realizado donaciones políticas, por ejemplo a Super PAC y Fairshake.
La tokenización como tendencia
En cuanto al sistema financiero, Fink señala que la tendencia más relevante es la “tokenización”. En un artículo para The Economist, apunta que el sistema financiero mundial sigue plagado de intermediarios lentos, costosos e ineficientes. Si todos los activos —acciones, bonos, inmuebles— existiesen en forma tokenizada y combinados con monederos digitales y stablecoins, se lograría liquidación instantánea, reducción de costes, mayor transparencia y democratización de la inversión. Fink advierte que Estados Unidos va por detrás de India y Brasil en este ámbito y teme que, si el país no invierte con decisión en IA y finanzas digitales, podría perder competitividad a largo plazo.
Armstrong: los bancos que resistan la innovación serán eliminados
Armstrong está de acuerdo. Destaca que la regulación de las stablecoins avanza en Estados Unidos, con la Genius Act y la Market Structure Bill. Considera que 2025 será un año clave para la transición de las criptomonedas desde la “regulación gris” hacia la transparencia. Prevê que los bancos terminarán adoptando las stablecoins e incluso querrán “emitir stablecoins que paguen intereses”; los que resistan serán eliminados.
En materia de gobierno corporativo y regulación, Armstrong explicó que Coinbase ha decidido trasladar su sede de Delaware a Texas. Criticó la actitud impredecible y a veces hostil de los tribunales de Delaware contra fundadores y el gobierno corporativo, lo que supone una amenaza para empresas innovadoras. Defiende que, en un sistema federal, los estados deberían atraer empresas con un entorno regulatorio favorable, y que Texas se ajusta mejor a las exigencias de Coinbase en eficiencia y clima empresarial. Fink, desde la gestión de activos, añade que la tokenización dará a cada accionista el control directo del voto y mayor transparencia, redefiniendo el papel de las instituciones en la gobernanza corporativa.
La tecnología, el mercado laboral y la economía
Otro punto clave fue cómo la tecnología está transformando el mercado laboral y la economía. Fink señala que en EE. UU., en 2025, el mercado laboral será débil, con solo unos 31.000 empleos nuevos al mes, reflejando la incertidumbre política o el impacto estructural de la tecnología. Las empresas están produciendo más con menos mano de obra, y la IA ampliará esta tendencia, generando una “economía en K” más marcada a largo plazo. Advierte que el próximo impacto tecnológico recaerá sobre el sistema universitario, un tema poco debatido.
Perspectivas de futuro
Armstrong mantiene una visión optimista. Cree que los avances de EE. UU. en stablecoins y regulación de mercados simbolizan el restablecimiento del liderazgo global, y que la tecnología cripto está reduciendo la fricción financiera y aumentando la libertad. Fink, desde la perspectiva de flujos de capital globales, señala que el dinero sigue fluyendo masivamente hacia activos en dólares, mostrando que EE. UU. sigue siendo uno de los pocos mercados de inversión atractivos a largo plazo, aunque la política determinará si el mercado laboral podrá retomar impulso.
¿Los mercados de predicción serán el próximo gran actor?
Preguntado sobre los mercados de predicción y la transparencia informativa, Armstrong considera que los mercados de predicción serán herramientas clave para comprender el mundo y ayudarán en la evaluación de políticas y decisiones públicas. Menciona que en algunas situaciones, el insider trading podría incluso mejorar la calidad de las predicciones, lo que sugiere que es un área que requiere más exploración.
La charla concluyó con una visión a largo plazo de Fink, quien subrayó que su trabajo consiste en ayudar a la gente a entender los resultados a 30 años, no las fluctuaciones del minuto a minuto. Armstrong afirmó que, independientemente de las oscilaciones del mercado, su objetivo sigue siendo construir un sistema financiero abierto que permita participar a más personas.
Este diálogo intergeneracional revela un punto de inflexión histórico entre finanzas y tecnología: con la regulación tomando forma, el auge de stablecoins y la tokenización de activos, y la IA acelerando la transformación global, estadounidenses, empresas e inversores se enfrentan a un momento clave para redefinirse.
Este artículo Coinbase CEO Armstrong y el presidente de BlackRock Fink no temen al criptoinvierno apareció primero en Chain News ABMedia.
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El CEO de Coinbase, Armstrong, y el presidente de BlackRock, Fink, no están preocupados por el criptoinvierno.
Dos pesos pesados del mercado financiero, Brian Armstrong, CEO de Coinbase, y Larry Fink, presidente y CEO de BlackRock, fueron entrevistados por Andrew Ross Sorkin para debatir cómo la tokenización, la regulación y la influencia política están remodelando el orden financiero global. También expresaron una visión optimista sobre el criptoinvierno actual. A continuación, los puntos clave traducidos y resumidos.
De crítico a defensor: Larry Fink, ahora el mayor operador mundial de ETFs de Bitcoin
En 2017, Fink describía Bitcoin como un “indicador de blanqueo de capitales”. Hoy, es el mayor operador de ETFs de Bitcoin a nivel mundial. Reconoce haber cambiado de mentalidad tras profundizar en la comunidad de bitcoiners y comprender el diseño subyacente, dándose cuenta de que antes había pasado por alto su verdadero valor. Considera Bitcoin como un “activo de la era del miedo”: cuando aumentan la incertidumbre geopolítica, el déficit fiscal o la inestabilidad financiera, Bitcoin se convierte en refugio. Subraya que la volatilidad de Bitcoin es inevitable y está influida por el apalancamiento, pero que los inversores a largo plazo —fundaciones y fondos soberanos— están aumentando. Para él, lo importante es su papel como reserva de valor a largo plazo.
Armstrong, desde la perspectiva innovadora, respondió que la resistencia de las instituciones financieras tradicionales hacia las criptomonedas se debe a la incomprensión de las empresas innovadoras. Aunque los lobbies en Washington puedan resistirse, los departamentos de innovación de los bancos están colaborando activamente con Coinbase para experimentar con stablecoins, custodia y trading. Según Armstrong, las instituciones que adopten antes las nuevas tecnologías sobrevivirán.
Respecto a las críticas de Charlie Munger, que calificó Bitcoin de “veneno para ratas”, Fink considera que la experiencia generacional da forma a las opiniones. Crecer en una época dominada por el dólar dificulta imaginar un sistema financiero más descentralizado y digital. Armstrong añade que más de 52 millones de estadounidenses ya han usado criptomonedas y reclaman una regulación clara y justa; la represión inadecuada por parte del gobierno ha provocado la fuga de negocios. Reconoce haber realizado donaciones políticas, por ejemplo a Super PAC y Fairshake.
La tokenización como tendencia
En cuanto al sistema financiero, Fink señala que la tendencia más relevante es la “tokenización”. En un artículo para The Economist, apunta que el sistema financiero mundial sigue plagado de intermediarios lentos, costosos e ineficientes. Si todos los activos —acciones, bonos, inmuebles— existiesen en forma tokenizada y combinados con monederos digitales y stablecoins, se lograría liquidación instantánea, reducción de costes, mayor transparencia y democratización de la inversión. Fink advierte que Estados Unidos va por detrás de India y Brasil en este ámbito y teme que, si el país no invierte con decisión en IA y finanzas digitales, podría perder competitividad a largo plazo.
Armstrong: los bancos que resistan la innovación serán eliminados
Armstrong está de acuerdo. Destaca que la regulación de las stablecoins avanza en Estados Unidos, con la Genius Act y la Market Structure Bill. Considera que 2025 será un año clave para la transición de las criptomonedas desde la “regulación gris” hacia la transparencia. Prevê que los bancos terminarán adoptando las stablecoins e incluso querrán “emitir stablecoins que paguen intereses”; los que resistan serán eliminados.
En materia de gobierno corporativo y regulación, Armstrong explicó que Coinbase ha decidido trasladar su sede de Delaware a Texas. Criticó la actitud impredecible y a veces hostil de los tribunales de Delaware contra fundadores y el gobierno corporativo, lo que supone una amenaza para empresas innovadoras. Defiende que, en un sistema federal, los estados deberían atraer empresas con un entorno regulatorio favorable, y que Texas se ajusta mejor a las exigencias de Coinbase en eficiencia y clima empresarial. Fink, desde la gestión de activos, añade que la tokenización dará a cada accionista el control directo del voto y mayor transparencia, redefiniendo el papel de las instituciones en la gobernanza corporativa.
La tecnología, el mercado laboral y la economía
Otro punto clave fue cómo la tecnología está transformando el mercado laboral y la economía. Fink señala que en EE. UU., en 2025, el mercado laboral será débil, con solo unos 31.000 empleos nuevos al mes, reflejando la incertidumbre política o el impacto estructural de la tecnología. Las empresas están produciendo más con menos mano de obra, y la IA ampliará esta tendencia, generando una “economía en K” más marcada a largo plazo. Advierte que el próximo impacto tecnológico recaerá sobre el sistema universitario, un tema poco debatido.
Perspectivas de futuro
Armstrong mantiene una visión optimista. Cree que los avances de EE. UU. en stablecoins y regulación de mercados simbolizan el restablecimiento del liderazgo global, y que la tecnología cripto está reduciendo la fricción financiera y aumentando la libertad. Fink, desde la perspectiva de flujos de capital globales, señala que el dinero sigue fluyendo masivamente hacia activos en dólares, mostrando que EE. UU. sigue siendo uno de los pocos mercados de inversión atractivos a largo plazo, aunque la política determinará si el mercado laboral podrá retomar impulso.
¿Los mercados de predicción serán el próximo gran actor?
Preguntado sobre los mercados de predicción y la transparencia informativa, Armstrong considera que los mercados de predicción serán herramientas clave para comprender el mundo y ayudarán en la evaluación de políticas y decisiones públicas. Menciona que en algunas situaciones, el insider trading podría incluso mejorar la calidad de las predicciones, lo que sugiere que es un área que requiere más exploración.
La charla concluyó con una visión a largo plazo de Fink, quien subrayó que su trabajo consiste en ayudar a la gente a entender los resultados a 30 años, no las fluctuaciones del minuto a minuto. Armstrong afirmó que, independientemente de las oscilaciones del mercado, su objetivo sigue siendo construir un sistema financiero abierto que permita participar a más personas.
Este diálogo intergeneracional revela un punto de inflexión histórico entre finanzas y tecnología: con la regulación tomando forma, el auge de stablecoins y la tokenización de activos, y la IA acelerando la transformación global, estadounidenses, empresas e inversores se enfrentan a un momento clave para redefinirse.
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