Las markets de metales preciosos están protagonizando una “dualidad de hielo y fuego” que invita a la reflexión. Tras la implementación de un recorte de tasas en forma de división interna en la Reserva Federal, el precio del oro retrocedió ligeramente hasta cerca de 4210.72 dólares debido a la incertidumbre sobre la trayectoria de flexibilización futura. Mientras tanto, la plata ignoró las incertidumbres macroeconómicas, alcanzando un máximo histórico de 62.88 dólares el 11 de diciembre, con un aumento anual de hasta el 113%. Esta divergencia coincide con la publicación de una predicción impactante por parte del banco de inversión de élite Goldman Sachs, que cree que las compras de oro por parte de los bancos centrales y la asignación de riqueza privada impulsarán el precio del oro a 4900 dólares en 2026. Esta “prueba de estrés” interna de los activos refugio tradicionales puede ofrecer una visión clave para entender la lógica única de criptomonedas como Bitcoin en un entorno macro complejo.
Reacción inmediata del mercado: diferenciación entre oro y plata bajo el “recorte de tasas agresivo” de la Fed
La decisión de la Reserva Federal del 10 de diciembre en horario de Beijing no trajo una dirección clara, sino una confusión aún mayor. Una votación inusualmente dividida de 9 a 3, aunque confirmó un recorte de 25 puntos básicos, fue seguida por un “dot plot” que insinuó fríamente que el camino hacia futuros recortes será “escaso y largo”. Estas señales complejas de un “recorte de tasas agresivo” dejaron al oro, que depende de las expectativas de bajada de tasas, sin rumbo.
Tras el anuncio, el precio del oro spot retrocedió desde su pico de casi una semana y se estabilizó cerca de 4210 dólares la onza. La clave la resumió Tim Warten, analista jefe de mercado de KCM Trade: la razón por la que el oro no pudo seguir subiendo es que la comunicación de la Fed en esencia indica que la probabilidad de más recortes en el futuro será escasa. El mercado necesita esperar evidencia clara de una desaceleración en el mercado laboral y control de la inflación, lo que ha llevado la tendencia a corto plazo del oro a un modo de espera.
Pero justo cuando el oro dudaba, la plata tomó un camino independiente, estableciendo un nuevo récord histórico. Esta divergencia no es casual; revela profundamente las diferentes narrativas centrales de ambos activos en el momento actual. El oro, con una fuerte propiedad financiera y monetaria, es muy sensible a los cambios en las tasas reales y la confianza en el dólar; mientras tanto, la plata combina atributos financieros con una fuerte demanda industrial, especialmente tras su inclusión en la lista de minerales críticos en EE. UU., lo que sustenta su valor en sectores de energía renovable, electrónica y otros. Iliya Spivak, director global de macro de Tastylive, señala: “La plata prácticamente no ha tenido en cuenta factores externos y ha estado subiendo sola.” Esta independencia resulta especialmente valiosa en entornos macro inciertos.
Comparación de la lógica central de diferenciación entre oro y plata
Reciente comportamiento del oro: tras alcanzar un máximo histórico de 4336 dólares, ha corregido aproximadamente un 6%, cotizando actualmente en 4210.72 dólares, pero aún ha subido cerca del 75% en el año. La lógica es que predomina su carácter financiero, siendo muy sensible a las tasas reales, el índice del dólar, compras por parte de bancos centrales y el sentimiento de refugio.
Predicciones de instituciones a largo plazo: Goldman Sachs apunta a 4900 dólares para 2026; UBS ve un potencial de 5000 dólares en 2026/2027.
Reciente comportamiento de la plata: alcanzó un récord histórico de 62.88 dólares el 11 de diciembre y actualmente cotiza en 61.77 dólares, con un aumento del 113% en el año. La lógica es que está impulsada por la demanda industrial y su narrativa de valor doble, beneficiándose de una fuerte demanda en la industria, disminución de inventarios y recuperación de su carácter de inversión, mostrando mayor resiliencia a las fluctuaciones macroeconómicas.
Atención del mercado en corto plazo: la próxima resistencia técnica clave está en 64 dólares.
Análisis de la narrativa a largo plazo: ¿Por qué Goldman Sachs sigue siendo optimista con el oro hasta 4900 dólares?
A pesar de las fluctuaciones a corto plazo, los grandes bancos internacionales como Goldman Sachs confían firmemente en la estructura alcista a largo plazo del oro. La analista de Goldman Sachs, Lina Thomas, en un informe reciente, establece un objetivo de 4900 dólares a finales de 2026, lo que implica un potencial de más del 20% desde el precio actual. El soporte para esta predicción optimista proviene de dos líneas de compra aparentemente simples pero muy resistentes: la continua compra de oro por parte de bancos centrales y la diversificación de activos de los inversores privados.
La compra de oro por parte de los bancos centrales se ha convertido en una tendencia estructural desde 2022. La lógica detrás no solo es diversificación de reservas tradicionales, sino también, en un contexto de mayor incertidumbre geopolítica, una estrategia de “desdolarización” y aumento en la asignación de activos no soberanos. Goldman Sachs señala que esta lógica fundamental no ha cambiado, y hay datos que muestran que la compra de oro por parte de bancos centrales incluso se aceleró en septiembre. Esta capacidad de compra respaldada por la credibilidad estatal proporciona un “lastre” estable y robusto en el mercado del oro.
Por otro lado, la demanda de inversores privados no debe subestimarse. Solo en lo que va de año, las entradas en fondos cotizados en bolsa respaldados por oro como SPDR Gold Shares superaron los 410 mil millones de dólares. Aunque en el último mes hubo salidas moderadas por aproximadamente 12 mil millones de dólares, Goldman Sachs lo considera una toma de beneficios normal dentro de un mercado alcista y en línea con ajustes técnicos, no un cambio de tendencia. Thomas prevé que los inversores en ETF y los compradores de lingotes de oro de alto patrimonio seguirán siendo compradores netos de oro. Ella enfatiza que si el tema de la “diversificación de inversiones privadas” recibe más atención, el precio del oro tendrá un “espacio de subida significativo”.
Perspectiva técnica: soportes clave y objetivos alcistas del oro
Desde un análisis técnico puro, tras la corrección desde el máximo histórico, la estructura alcista del oro sigue intacta. Actualmente, el precio ha recuperado con éxito la media móvil de 10 días (aproximadamente 4206 dólares) y encuentra soporte cerca de la línea de tendencia alcista a corto plazo, lo que indica que la presión de compra se está reagrupando para retomar el control.
Para los traders, algunos niveles técnicos clave ofrecen una hoja de ruta clara. La primera resistencia en alza es el máximo de la semana pasada en 4264 dólares. Un movimiento efectivo por encima y consolidándose allí confirmaría un regreso del impulso alcista y abriría espacio hacia 4356 dólares (un objetivo de medición importante) y hasta el máximo anterior en 4381 dólares. La meta a largo plazo de Goldman Sachs en 4900 dólares sigue siendo la referencia en el horizonte más lejano.
En el lado bajista, la media móvil de 20 días (alrededor de 4154 dólares) es la primera línea de defensa para los toros. Mientras el precio se mantenga por encima de ella, la tendencia alcista general sigue vigente. Si hay una venta inesperada que lleve el precio por debajo, el siguiente soporte importante será la media móvil de 50 días (aproximadamente 4097 dólares). Esta media, que fue atravesada por primera vez en agosto y aún no ha sido testeada, probablemente ofrecerá soporte fuerte. Desde el análisis técnico, mientras el oro se mantenga por encima de la media móvil de 50 días, las correcciones recientes seguirán siendo una corrección técnica saludable y una preparación para la próxima subida.
Implicaciones para los activos digitales: diálogo entre lógica de refugio tradicional y activos en la era digital
La diferenciación actual entre oro y plata en el macro entorno ofrece una perspectiva valiosa para los inversores en criptomonedas. En primer lugar, confirma un principio clave: en momentos de cambios complejos en las expectativas de liquidez (como un “recorte de tasas agresivo”), los activos que dependen de una narrativa macro unificada enfrentan mayor volatilidad e incertidumbre. La pausa del oro refleja precisamente esto. Para Bitcoin, considerado por algunos como “hedge contra la inflación y la depreciación del dólar”, es una advertencia importante: sus impulsores de valor deben diversificarse, no depender excesivamente de las expectativas de tasas.
En segundo lugar, la fortaleza de la plata destaca la importancia de “demandas reales” y “narrativas únicas” en la formación de valor de los activos. La plata, con su uso industrial y su posición estratégica, obtiene soporte independiente de la política monetaria. Esto es similar a ciertos activos digitales (como Ethereum), que por su plataforma de contratos inteligentes y ecosistema construyen una lógica de valor propia, permitiéndoles en ciertos momentos desconectarse de los ciclos de Bitcoin. Activos con fundamentos sólidos y aplicaciones específicas suelen mostrar mayor resiliencia.
Finalmente, la lógica alcista a largo plazo de Goldman Sachs sobre el oro —la demanda estructural de bancos centrales y de inversores privados— también resuena con la narrativa a largo plazo de los activos digitales (especialmente Bitcoin). Este último a menudo se denomina “oro digital”, y una de sus narrativas centrales es como reserva de valor alternativa a nivel individual y soberano. Observar cómo las instituciones tradicionales entienden y aplican la lógica de asignación del oro ayuda a prever futuras entradas de capital tradicional en el mundo cripto, y su ritmo.
Conclusión
La “prueba de estrés” en oro y plata no es solo un movimiento dentro del mercado de metales preciosos. Es una lección viva: en un cruce de caminos donde las políticas macro son difusas y el consenso del mercado se fragmenta, diferentes activos reaccionan de manera distinta según sus puntos de valor más profundos y únicos. El oro, en su mundo de atributos monetarios, por ahora, se queda a la espera de señales más claras; la plata, impulsada por la demanda industrial y aplicaciones reales, avanza con fuerza.
Para los observadores del mercado de criptomonedas, esta lección es valiosa para entender la complejidad de la formación de precios de los activos. Ya sea Bitcoin, Ethereum u otros tokens, su valor a largo plazo no puede estar impulsado únicamente por la decisión de tasas de la Fed. Deben demostrar, en última instancia, un valor práctico, un consenso social o un efecto de red únicos, como la plata que prueba su utilidad industrial o el oro que demuestra su crédito final. Cuando las mareas de liquidez suben y bajan y se vuelven impredecibles, solo aquellos activos que poseen una “propia gravedad” sólida podrán mantenerse firmes, e incluso avanzar en medio de la marea. La situación actual del mercado de metales preciosos puede ser, en realidad, un espejo de lo que será en el futuro los activos digitales.
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El «bull market» del oro se encuentra con el «sprint» de la plata: una «prueba de resistencia» que revela los activos del futuro
Las markets de metales preciosos están protagonizando una “dualidad de hielo y fuego” que invita a la reflexión. Tras la implementación de un recorte de tasas en forma de división interna en la Reserva Federal, el precio del oro retrocedió ligeramente hasta cerca de 4210.72 dólares debido a la incertidumbre sobre la trayectoria de flexibilización futura. Mientras tanto, la plata ignoró las incertidumbres macroeconómicas, alcanzando un máximo histórico de 62.88 dólares el 11 de diciembre, con un aumento anual de hasta el 113%. Esta divergencia coincide con la publicación de una predicción impactante por parte del banco de inversión de élite Goldman Sachs, que cree que las compras de oro por parte de los bancos centrales y la asignación de riqueza privada impulsarán el precio del oro a 4900 dólares en 2026. Esta “prueba de estrés” interna de los activos refugio tradicionales puede ofrecer una visión clave para entender la lógica única de criptomonedas como Bitcoin en un entorno macro complejo.
Reacción inmediata del mercado: diferenciación entre oro y plata bajo el “recorte de tasas agresivo” de la Fed
La decisión de la Reserva Federal del 10 de diciembre en horario de Beijing no trajo una dirección clara, sino una confusión aún mayor. Una votación inusualmente dividida de 9 a 3, aunque confirmó un recorte de 25 puntos básicos, fue seguida por un “dot plot” que insinuó fríamente que el camino hacia futuros recortes será “escaso y largo”. Estas señales complejas de un “recorte de tasas agresivo” dejaron al oro, que depende de las expectativas de bajada de tasas, sin rumbo.
Tras el anuncio, el precio del oro spot retrocedió desde su pico de casi una semana y se estabilizó cerca de 4210 dólares la onza. La clave la resumió Tim Warten, analista jefe de mercado de KCM Trade: la razón por la que el oro no pudo seguir subiendo es que la comunicación de la Fed en esencia indica que la probabilidad de más recortes en el futuro será escasa. El mercado necesita esperar evidencia clara de una desaceleración en el mercado laboral y control de la inflación, lo que ha llevado la tendencia a corto plazo del oro a un modo de espera.
Pero justo cuando el oro dudaba, la plata tomó un camino independiente, estableciendo un nuevo récord histórico. Esta divergencia no es casual; revela profundamente las diferentes narrativas centrales de ambos activos en el momento actual. El oro, con una fuerte propiedad financiera y monetaria, es muy sensible a los cambios en las tasas reales y la confianza en el dólar; mientras tanto, la plata combina atributos financieros con una fuerte demanda industrial, especialmente tras su inclusión en la lista de minerales críticos en EE. UU., lo que sustenta su valor en sectores de energía renovable, electrónica y otros. Iliya Spivak, director global de macro de Tastylive, señala: “La plata prácticamente no ha tenido en cuenta factores externos y ha estado subiendo sola.” Esta independencia resulta especialmente valiosa en entornos macro inciertos.
Comparación de la lógica central de diferenciación entre oro y plata
Reciente comportamiento del oro: tras alcanzar un máximo histórico de 4336 dólares, ha corregido aproximadamente un 6%, cotizando actualmente en 4210.72 dólares, pero aún ha subido cerca del 75% en el año. La lógica es que predomina su carácter financiero, siendo muy sensible a las tasas reales, el índice del dólar, compras por parte de bancos centrales y el sentimiento de refugio.
Predicciones de instituciones a largo plazo: Goldman Sachs apunta a 4900 dólares para 2026; UBS ve un potencial de 5000 dólares en 2026/2027.
Reciente comportamiento de la plata: alcanzó un récord histórico de 62.88 dólares el 11 de diciembre y actualmente cotiza en 61.77 dólares, con un aumento del 113% en el año. La lógica es que está impulsada por la demanda industrial y su narrativa de valor doble, beneficiándose de una fuerte demanda en la industria, disminución de inventarios y recuperación de su carácter de inversión, mostrando mayor resiliencia a las fluctuaciones macroeconómicas.
Atención del mercado en corto plazo: la próxima resistencia técnica clave está en 64 dólares.
Análisis de la narrativa a largo plazo: ¿Por qué Goldman Sachs sigue siendo optimista con el oro hasta 4900 dólares?
A pesar de las fluctuaciones a corto plazo, los grandes bancos internacionales como Goldman Sachs confían firmemente en la estructura alcista a largo plazo del oro. La analista de Goldman Sachs, Lina Thomas, en un informe reciente, establece un objetivo de 4900 dólares a finales de 2026, lo que implica un potencial de más del 20% desde el precio actual. El soporte para esta predicción optimista proviene de dos líneas de compra aparentemente simples pero muy resistentes: la continua compra de oro por parte de bancos centrales y la diversificación de activos de los inversores privados.
La compra de oro por parte de los bancos centrales se ha convertido en una tendencia estructural desde 2022. La lógica detrás no solo es diversificación de reservas tradicionales, sino también, en un contexto de mayor incertidumbre geopolítica, una estrategia de “desdolarización” y aumento en la asignación de activos no soberanos. Goldman Sachs señala que esta lógica fundamental no ha cambiado, y hay datos que muestran que la compra de oro por parte de bancos centrales incluso se aceleró en septiembre. Esta capacidad de compra respaldada por la credibilidad estatal proporciona un “lastre” estable y robusto en el mercado del oro.
Por otro lado, la demanda de inversores privados no debe subestimarse. Solo en lo que va de año, las entradas en fondos cotizados en bolsa respaldados por oro como SPDR Gold Shares superaron los 410 mil millones de dólares. Aunque en el último mes hubo salidas moderadas por aproximadamente 12 mil millones de dólares, Goldman Sachs lo considera una toma de beneficios normal dentro de un mercado alcista y en línea con ajustes técnicos, no un cambio de tendencia. Thomas prevé que los inversores en ETF y los compradores de lingotes de oro de alto patrimonio seguirán siendo compradores netos de oro. Ella enfatiza que si el tema de la “diversificación de inversiones privadas” recibe más atención, el precio del oro tendrá un “espacio de subida significativo”.
Perspectiva técnica: soportes clave y objetivos alcistas del oro
Desde un análisis técnico puro, tras la corrección desde el máximo histórico, la estructura alcista del oro sigue intacta. Actualmente, el precio ha recuperado con éxito la media móvil de 10 días (aproximadamente 4206 dólares) y encuentra soporte cerca de la línea de tendencia alcista a corto plazo, lo que indica que la presión de compra se está reagrupando para retomar el control.
Para los traders, algunos niveles técnicos clave ofrecen una hoja de ruta clara. La primera resistencia en alza es el máximo de la semana pasada en 4264 dólares. Un movimiento efectivo por encima y consolidándose allí confirmaría un regreso del impulso alcista y abriría espacio hacia 4356 dólares (un objetivo de medición importante) y hasta el máximo anterior en 4381 dólares. La meta a largo plazo de Goldman Sachs en 4900 dólares sigue siendo la referencia en el horizonte más lejano.
En el lado bajista, la media móvil de 20 días (alrededor de 4154 dólares) es la primera línea de defensa para los toros. Mientras el precio se mantenga por encima de ella, la tendencia alcista general sigue vigente. Si hay una venta inesperada que lleve el precio por debajo, el siguiente soporte importante será la media móvil de 50 días (aproximadamente 4097 dólares). Esta media, que fue atravesada por primera vez en agosto y aún no ha sido testeada, probablemente ofrecerá soporte fuerte. Desde el análisis técnico, mientras el oro se mantenga por encima de la media móvil de 50 días, las correcciones recientes seguirán siendo una corrección técnica saludable y una preparación para la próxima subida.
Implicaciones para los activos digitales: diálogo entre lógica de refugio tradicional y activos en la era digital
La diferenciación actual entre oro y plata en el macro entorno ofrece una perspectiva valiosa para los inversores en criptomonedas. En primer lugar, confirma un principio clave: en momentos de cambios complejos en las expectativas de liquidez (como un “recorte de tasas agresivo”), los activos que dependen de una narrativa macro unificada enfrentan mayor volatilidad e incertidumbre. La pausa del oro refleja precisamente esto. Para Bitcoin, considerado por algunos como “hedge contra la inflación y la depreciación del dólar”, es una advertencia importante: sus impulsores de valor deben diversificarse, no depender excesivamente de las expectativas de tasas.
En segundo lugar, la fortaleza de la plata destaca la importancia de “demandas reales” y “narrativas únicas” en la formación de valor de los activos. La plata, con su uso industrial y su posición estratégica, obtiene soporte independiente de la política monetaria. Esto es similar a ciertos activos digitales (como Ethereum), que por su plataforma de contratos inteligentes y ecosistema construyen una lógica de valor propia, permitiéndoles en ciertos momentos desconectarse de los ciclos de Bitcoin. Activos con fundamentos sólidos y aplicaciones específicas suelen mostrar mayor resiliencia.
Finalmente, la lógica alcista a largo plazo de Goldman Sachs sobre el oro —la demanda estructural de bancos centrales y de inversores privados— también resuena con la narrativa a largo plazo de los activos digitales (especialmente Bitcoin). Este último a menudo se denomina “oro digital”, y una de sus narrativas centrales es como reserva de valor alternativa a nivel individual y soberano. Observar cómo las instituciones tradicionales entienden y aplican la lógica de asignación del oro ayuda a prever futuras entradas de capital tradicional en el mundo cripto, y su ritmo.
Conclusión
La “prueba de estrés” en oro y plata no es solo un movimiento dentro del mercado de metales preciosos. Es una lección viva: en un cruce de caminos donde las políticas macro son difusas y el consenso del mercado se fragmenta, diferentes activos reaccionan de manera distinta según sus puntos de valor más profundos y únicos. El oro, en su mundo de atributos monetarios, por ahora, se queda a la espera de señales más claras; la plata, impulsada por la demanda industrial y aplicaciones reales, avanza con fuerza.
Para los observadores del mercado de criptomonedas, esta lección es valiosa para entender la complejidad de la formación de precios de los activos. Ya sea Bitcoin, Ethereum u otros tokens, su valor a largo plazo no puede estar impulsado únicamente por la decisión de tasas de la Fed. Deben demostrar, en última instancia, un valor práctico, un consenso social o un efecto de red únicos, como la plata que prueba su utilidad industrial o el oro que demuestra su crédito final. Cuando las mareas de liquidez suben y bajan y se vuelven impredecibles, solo aquellos activos que poseen una “propia gravedad” sólida podrán mantenerse firmes, e incluso avanzar en medio de la marea. La situación actual del mercado de metales preciosos puede ser, en realidad, un espejo de lo que será en el futuro los activos digitales.