La Bolsa de Nueva York ha anunciado que la estatua de Satoshi Nakamoto, creada por la artista Valentina Piccini, ya se exhibe en sus instalaciones, siendo la sexta estatua de Satoshi y la primera en ingresar en el núcleo de Wall Street. La Bolsa publicó en X que esta instalación representa «el territorio común entre sistemas emergentes e instituciones maduras». Coincidiendo con el 17º aniversario del nacimiento de la lista de correo de Bitcoin, lanzada por Satoshi Nakamoto el 10 de diciembre de 2008.
De hacker underground a héroe de Wall Street, un cambio de identidad
(Origen: NYSE)
La Bolsa de Nueva York ha sido considerada durante mucho tiempo como un bastión de las finanzas tradicionales, y que la estatua de Satoshi Nakamoto pueda instalarse en este lugar, símbolo del corazón del capitalismo, marca un momento histórico en el que las criptomonedas pasan de ser marginales a la corriente principal. Esto contrasta claramente con hace unos años, cuando las criptomonedas aún eran un tabú en Wall Street. En 2017, Jamie Dimon, CEO de JPMorgan, calificó a Bitcoin de «estafa» y amenazó con despedir a cualquier empleado que comerciara con ella. Instituciones financieras tradicionales como Goldman Sachs y Bank of America también evitaban las criptomonedas.
El 3 de enero de 2009, Satoshi Nakamoto extrajo el bloque génesis, creando los primeros 50 Bitcoin, sembrando las semillas de la industria de las criptomonedas que conocemos hoy. Poco más de un año después, el 22 de mayo de 2010, el programador Laszlo Hanyecz compró dos pizzas con 10,000 Bitcoin, realizando la primera compra con Bitcoin en la historia. En aquella época, Bitcoin era visto como un juguete para entusiastas tecnológicos o una herramienta para transacciones en la darknet, muy alejada del sistema financiero convencional.
Sin embargo, después las cosas cambiaron. Escépticos como Larry Fink, CEO de BlackRock, modificaron su percepción sobre esta tecnología, y las instituciones y Wall Street comenzaron a invertir en ella mediante fondos cotizados en bolsa (ETFs) y a mantener Bitcoin en sus tesorerías. Según datos de Bitbo, actualmente, empresas públicas y privadas, países y ETF poseen más de 3.7 millones de Bitcoin, valorados en más de 336 mil millones de dólares.
Un punto de inflexión en este cambio de actitud fue en enero de 2024, cuando la SEC de EE. UU. aprobó la cotización de un ETF de Bitcoin spot. Esta decisión abrió el camino para la entrada de fondos institucionales, y gigantes como BlackRock y Fidelity lanzaron ETFs de Bitcoin que atrajeron cientos de miles de millones de dólares. Cuando Wall Street descubrió que Bitcoin no solo no desaparecería, sino que se convirtió en uno de los activos con mejor desempeño, la actitud cambió de hostil a receptiva. La instalación de la estatua de Satoshi en NYSE simboliza este cambio de postura en su punto culminante.
Piccini afirmó en una entrevista con Cointelegraph que Satoshi Nakamoto es una de las figuras más fascinantes y cautivadoras de esta era, y que estas estatuas son un homenaje a la persona detrás de Bitcoin. Ella dijo: «La estatua en sí busca transmitir una sensación de desaparición y también de que el inventor existe en el código—hasta hoy, Satoshi sigue presente en el código de Bitcoin, permitiendo a la humanidad tener el primer sistema de pago descentralizado.»
El simbolismo profundo del plan de 21 estatuas en todo el mundo
Piccini trabaja en colocar 21 estatuas de Satoshi en diferentes partes del mundo, en referencia a la oferta máxima teórica de Bitcoin, que es de 21 millones de monedas. Este número representa no solo una idea artística, sino también un homenaje al principio de escasez de Bitcoin. Actualmente, seis estatuas están terminadas en Suiza, El Salvador, Japón, Vietnam, Miami y la Bolsa de Nueva York, cada una con un significado especial.
Suiza es un país amigable con las criptomonedas, y Zug es conocida como la «Crypto Valley», concentrando cientos de empresas blockchain. El Salvador fue el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal, con políticas radicales impulsadas por el presidente Nayib Bukele que lo sitúan como un laboratorio de experimentación con Bitcoin. Japón es considerado uno de los posibles lugares de origen de Satoshi, y en 2017 reconoció a Bitcoin como medio de pago legal.
Vietnam es uno de los países con mayor adopción de criptomonedas en Asia sudoriental, donde las comunidades de base utilizan ampliamente las criptomonedas para contrarrestar la devaluación. Miami, impulsada por el alcalde Francis Suarez, se ha convertido en una de las ciudades más amigables con las criptomonedas en EE. UU., incluso permitiendo que empleados municipales reciban su salario en Bitcoin. La Bolsa de Nueva York representa el centro de Wall Street, el templo de las finanzas tradicionales.
Distribución estratégica de las seis estatuas de Satoshi en todo el mundo
Europa (Suiza): Crypto Valley Zug, símbolo de innovación regulatoria y concentración de empresas blockchain en Europa
América (El Salvador, Miami, Nueva York): Desde la legalización de Bitcoin hasta ciudades amigables y el corazón de Wall Street, cobertura completa
Asia (Japón, Vietnam): Desde posibles lugares de origen de Satoshi hasta mercados emergentes con adopción activa en comunidades de base
La escultura de Piccini también es altamente simbólica. Ella dijo: «Representa la postura típica de un hacker, sentado con una computadora portátil en las piernas, en homenaje a todos los desarrolladores y programadores que ayudan a construir el ecosistema de Bitcoin y luchan por la transparencia y la libertad.» Esta elección de diseño presenta a Satoshi como un revolucionario tecnológico en lugar de un financiero, enfatizando las raíces idealistas y técnicas de Bitcoin.
De experimento conceptual a activos institucionales por valor de 336 mil millones de dólares
El momento en que la estatua de Satoshi Nakamoto se instaló en la NYSE es muy simbólico. Coincide con el aniversario de la creación de la lista de correo de Bitcoin, lanzada por Satoshi el 10 de diciembre de 2008. En ese innovador mensaje, Satoshi presentó por primera vez a la comunidad criptográfica el white paper de Bitcoin titulado «Bitcoin: un sistema de dinero electrónico punto a punto». Este mensaje inició una revolución financiera que continúa hasta hoy.
Desde ese experimento mental en 2008, hasta que en 2025 las instituciones posean más de 3.7 millones de Bitcoin valorados en 336 mil millones de dólares, estos 17 años han estado llenos de controversia, crisis y avances. Bitcoin ha superado el colapso de Mt.Gox, múltiples regulaciones en China, cuestionamientos y ataques de bancos centrales, pero no solo sobrevivió, sino que creció hasta convertirse en la décima mayor clase de activos del mundo.
Durante este período, Bitcoin y las criptomonedas enfrentaron numerosos desafíos, y muchas instituciones y bancos evitaban el tema, mientras que los gobiernos supuestamente intentaron suprimirlas con medidas como «estrangulamiento 2.0». Sin embargo, cuando Wall Street vio que no podían acabar con Bitcoin, optaron por aceptarlo. Este cambio de actitud refleja no solo decisiones comerciales, sino también la capacidad de los interesados en adaptarse ante avances tecnológicos.
La declaración de la NYSE, «el territorio común entre sistemas emergentes e instituciones maduras», reconoce que las criptomonedas ya no son una fuerza marginal, sino un nuevo sistema financiero que debe coexistir e incluso colaborar con ellas. Detrás de esta afirmación está el reconocimiento del valor de la tecnología blockchain por parte del sistema financiero tradicional y el miedo a perderse esta revolución. La exhibición de la estatua de Satoshi no es solo una instalación artística, sino una declaración de los cambios de época.
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¡De lo tabú a lo sagrado! La estatua de Satoshi Nakamoto llega a la Bolsa de Nueva York, Bitcoin se conecta con las instituciones clave de Wall Street
La Bolsa de Nueva York ha anunciado que la estatua de Satoshi Nakamoto, creada por la artista Valentina Piccini, ya se exhibe en sus instalaciones, siendo la sexta estatua de Satoshi y la primera en ingresar en el núcleo de Wall Street. La Bolsa publicó en X que esta instalación representa «el territorio común entre sistemas emergentes e instituciones maduras». Coincidiendo con el 17º aniversario del nacimiento de la lista de correo de Bitcoin, lanzada por Satoshi Nakamoto el 10 de diciembre de 2008.
De hacker underground a héroe de Wall Street, un cambio de identidad
(Origen: NYSE)
La Bolsa de Nueva York ha sido considerada durante mucho tiempo como un bastión de las finanzas tradicionales, y que la estatua de Satoshi Nakamoto pueda instalarse en este lugar, símbolo del corazón del capitalismo, marca un momento histórico en el que las criptomonedas pasan de ser marginales a la corriente principal. Esto contrasta claramente con hace unos años, cuando las criptomonedas aún eran un tabú en Wall Street. En 2017, Jamie Dimon, CEO de JPMorgan, calificó a Bitcoin de «estafa» y amenazó con despedir a cualquier empleado que comerciara con ella. Instituciones financieras tradicionales como Goldman Sachs y Bank of America también evitaban las criptomonedas.
El 3 de enero de 2009, Satoshi Nakamoto extrajo el bloque génesis, creando los primeros 50 Bitcoin, sembrando las semillas de la industria de las criptomonedas que conocemos hoy. Poco más de un año después, el 22 de mayo de 2010, el programador Laszlo Hanyecz compró dos pizzas con 10,000 Bitcoin, realizando la primera compra con Bitcoin en la historia. En aquella época, Bitcoin era visto como un juguete para entusiastas tecnológicos o una herramienta para transacciones en la darknet, muy alejada del sistema financiero convencional.
Sin embargo, después las cosas cambiaron. Escépticos como Larry Fink, CEO de BlackRock, modificaron su percepción sobre esta tecnología, y las instituciones y Wall Street comenzaron a invertir en ella mediante fondos cotizados en bolsa (ETFs) y a mantener Bitcoin en sus tesorerías. Según datos de Bitbo, actualmente, empresas públicas y privadas, países y ETF poseen más de 3.7 millones de Bitcoin, valorados en más de 336 mil millones de dólares.
Un punto de inflexión en este cambio de actitud fue en enero de 2024, cuando la SEC de EE. UU. aprobó la cotización de un ETF de Bitcoin spot. Esta decisión abrió el camino para la entrada de fondos institucionales, y gigantes como BlackRock y Fidelity lanzaron ETFs de Bitcoin que atrajeron cientos de miles de millones de dólares. Cuando Wall Street descubrió que Bitcoin no solo no desaparecería, sino que se convirtió en uno de los activos con mejor desempeño, la actitud cambió de hostil a receptiva. La instalación de la estatua de Satoshi en NYSE simboliza este cambio de postura en su punto culminante.
Piccini afirmó en una entrevista con Cointelegraph que Satoshi Nakamoto es una de las figuras más fascinantes y cautivadoras de esta era, y que estas estatuas son un homenaje a la persona detrás de Bitcoin. Ella dijo: «La estatua en sí busca transmitir una sensación de desaparición y también de que el inventor existe en el código—hasta hoy, Satoshi sigue presente en el código de Bitcoin, permitiendo a la humanidad tener el primer sistema de pago descentralizado.»
El simbolismo profundo del plan de 21 estatuas en todo el mundo
Piccini trabaja en colocar 21 estatuas de Satoshi en diferentes partes del mundo, en referencia a la oferta máxima teórica de Bitcoin, que es de 21 millones de monedas. Este número representa no solo una idea artística, sino también un homenaje al principio de escasez de Bitcoin. Actualmente, seis estatuas están terminadas en Suiza, El Salvador, Japón, Vietnam, Miami y la Bolsa de Nueva York, cada una con un significado especial.
Suiza es un país amigable con las criptomonedas, y Zug es conocida como la «Crypto Valley», concentrando cientos de empresas blockchain. El Salvador fue el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal, con políticas radicales impulsadas por el presidente Nayib Bukele que lo sitúan como un laboratorio de experimentación con Bitcoin. Japón es considerado uno de los posibles lugares de origen de Satoshi, y en 2017 reconoció a Bitcoin como medio de pago legal.
Vietnam es uno de los países con mayor adopción de criptomonedas en Asia sudoriental, donde las comunidades de base utilizan ampliamente las criptomonedas para contrarrestar la devaluación. Miami, impulsada por el alcalde Francis Suarez, se ha convertido en una de las ciudades más amigables con las criptomonedas en EE. UU., incluso permitiendo que empleados municipales reciban su salario en Bitcoin. La Bolsa de Nueva York representa el centro de Wall Street, el templo de las finanzas tradicionales.
Distribución estratégica de las seis estatuas de Satoshi en todo el mundo
Europa (Suiza): Crypto Valley Zug, símbolo de innovación regulatoria y concentración de empresas blockchain en Europa
América (El Salvador, Miami, Nueva York): Desde la legalización de Bitcoin hasta ciudades amigables y el corazón de Wall Street, cobertura completa
Asia (Japón, Vietnam): Desde posibles lugares de origen de Satoshi hasta mercados emergentes con adopción activa en comunidades de base
La escultura de Piccini también es altamente simbólica. Ella dijo: «Representa la postura típica de un hacker, sentado con una computadora portátil en las piernas, en homenaje a todos los desarrolladores y programadores que ayudan a construir el ecosistema de Bitcoin y luchan por la transparencia y la libertad.» Esta elección de diseño presenta a Satoshi como un revolucionario tecnológico en lugar de un financiero, enfatizando las raíces idealistas y técnicas de Bitcoin.
De experimento conceptual a activos institucionales por valor de 336 mil millones de dólares
El momento en que la estatua de Satoshi Nakamoto se instaló en la NYSE es muy simbólico. Coincide con el aniversario de la creación de la lista de correo de Bitcoin, lanzada por Satoshi el 10 de diciembre de 2008. En ese innovador mensaje, Satoshi presentó por primera vez a la comunidad criptográfica el white paper de Bitcoin titulado «Bitcoin: un sistema de dinero electrónico punto a punto». Este mensaje inició una revolución financiera que continúa hasta hoy.
Desde ese experimento mental en 2008, hasta que en 2025 las instituciones posean más de 3.7 millones de Bitcoin valorados en 336 mil millones de dólares, estos 17 años han estado llenos de controversia, crisis y avances. Bitcoin ha superado el colapso de Mt.Gox, múltiples regulaciones en China, cuestionamientos y ataques de bancos centrales, pero no solo sobrevivió, sino que creció hasta convertirse en la décima mayor clase de activos del mundo.
Durante este período, Bitcoin y las criptomonedas enfrentaron numerosos desafíos, y muchas instituciones y bancos evitaban el tema, mientras que los gobiernos supuestamente intentaron suprimirlas con medidas como «estrangulamiento 2.0». Sin embargo, cuando Wall Street vio que no podían acabar con Bitcoin, optaron por aceptarlo. Este cambio de actitud refleja no solo decisiones comerciales, sino también la capacidad de los interesados en adaptarse ante avances tecnológicos.
La declaración de la NYSE, «el territorio común entre sistemas emergentes e instituciones maduras», reconoce que las criptomonedas ya no son una fuerza marginal, sino un nuevo sistema financiero que debe coexistir e incluso colaborar con ellas. Detrás de esta afirmación está el reconocimiento del valor de la tecnología blockchain por parte del sistema financiero tradicional y el miedo a perderse esta revolución. La exhibición de la estatua de Satoshi no es solo una instalación artística, sino una declaración de los cambios de época.