La principal figura de liderazgo en el mundo de las criptomonedas, Arthur Hayes, publicó recientemente una predicción macro sobre Ethereum, afirmando que su precio alcanzará los 20.000 dólares en el próximo ciclo. Además, sorprendió diciendo: solo con mantener 50 ETH, podrás convertirte en millonario antes de la próxima elección presidencial en Estados Unidos. La lógica central de Hayes radica en que, tras el fracaso en la exploración de cadenas privadas, las instituciones financieras tradicionales ven a Ethereum como la capa de liquidación pública imprescindible, cuya enorme seguridad, liquidez y ecosistema de desarrolladores conforman una barrera insuperable. Al mismo tiempo, predice que la mayoría de las cadenas Layer 1 terminarán con resultados pobres, dejando a Solana como la segunda opción remota que logrará sobrevivir.
Predicción audaz: objetivo de 20.000 dólares y camino hacia ser millonario con “50 ETH”
La predicción de Arthur Hayes ha causado un gran impacto en el mercado por los números y el marco temporal extremadamente específicos y sorprendentes que ha dado. Él afirma claramente que el precio de Ethereum podría llegar a 20.000 dólares. Basándose en esa meta, calcula una conclusión aún más imaginativa: que con 50 ETH basta para construir una cartera de inversión valorada en millones de dólares en el próximo ciclo alcista. Establece la fecha para alcanzar ese hito “antes de la próxima elección presidencial en Estados Unidos”, lo que proporciona a los participantes del mercado un marco temporal psicológico relativamente definido.
Esta predicción no surge de la nada, sino que se basa en la estructura delicada de oferta y demanda del mercado actual. Hayes señala que las reservas de ETH en los exchanges han bajado a mínimos de años, y que las “ballenas” recientes han acumulado más de 900,000 ETH. Un indicador aún más destacado proviene de instituciones, como BitMine, que esta semana compró ETH por valor de 112 millones de dólares, y desde principios de diciembre, su compra singular alcanzó una asombrosa suma de 435 millones de dólares, con una posición total cercana a 3,86 millones de ETH. La acumulación continua de estas magnitudes está construyendo silenciosamente un entorno de mercado con oferta cada vez más ajustada.
No obstante, esta predicción radical viene acompañada de una advertencia consciente. Hayes admite que, si la realidad no se ajusta a sus expectativas, sería resultado de un “colapso de la narrativa”. Específicamente, si el uso de stablecoins se estanca o las instituciones, tras intentar hacer transacciones en la cadena, deciden retroceder, entonces los fondos podrían volver a fluir hacia Bitcoin, haciendo que esta tenga un mejor rendimiento que Ethereum durante un período prolongado. Esto revela que la predicción depende en gran medida de que la narrativa de “adopción masiva por parte de instituciones” pueda cumplirse con éxito.
Puntos clave de la predicción de Arthur Hayes sobre Ethereum
Objetivo de precio: 20.000 dólares
Umbral de riqueza: poseer 50 ETH
Tiempo para alcanzarlo: antes de la próxima elección presidencial en EE. UU.
Narrativa central: las instituciones adoptarán Ethereum como capa de liquidación pública
Riesgo principal: fracaso en la narrativa institucional, desaceleración en uso de stablecoins
¿Por qué Ethereum? La visión de Hayes sobre la capa de liquidación definitiva para instituciones
La base de la predicción de Hayes es su firme creencia de que el mercado aún subestima gravemente la determinación y profundidad con la que las instituciones financieras tradicionales integrarán Ethereum. A su juicio, tras años de fracasos en experimentos con cadenas privadas, la banca ha llegado a un consenso clave: no puedes tener una cadena privada, es necesario usar una cadena pública para garantizar seguridad y utilidad real. Este cambio de percepción está estrechamente relacionado con el crecimiento explosivo de las stablecoins, que ha obligado a las instituciones financieras a aceptar el valor de la liquidación en cadena.
¿Por qué Ethereum puede destacar entre muchas cadenas públicas y convertirse en la “opción predeterminada institucional” que Hayes menciona? Él cree que la respuesta radica en tres dimensiones difíciles de replicar: seguridad, liquidez y profundidad de desarrolladores. Ethereum cuenta con el presupuesto de seguridad más probado y valioso a lo largo del tiempo; posee los pools de liquidez más profundos, aparte de Bitcoin; y tiene la comunidad de desarrolladores más grande y activa a nivel global. Estos elementos conforman un triángulo sólido que hace de Ethereum la opción con menor riesgo y mayor viabilidad para que las instituciones desplieguen grandes capitales.
Esta lógica también se alinea con las tendencias de cambio estructural en la industria. Datos recientes muestran que, pese a la volatilidad del mercado, la infraestructura institucional en torno a la capa base de Ethereum continúa formándose. Un contraste interesante es que, según datos de flujo de fondos en diciembre, el ETF de Ethereum en EE. UU. experimentó salidas significativas, lo cual parece contradecir la visión de una afluencia masiva institucional que Hayes describe. Sin embargo, su perspectiva puede centrarse en una transformación estratégica a largo plazo, en lugar de en movimientos de fondos a corto plazo. Él enfatiza que esto es parte de un proceso de preparación de infraestructura pública por parte de los bancos para ejecutar su estrategia Web3, y que su escala será épica.
Desafíos y respuestas: la privacidad como punto débil y la evolución del papel de L2
A pesar del elogio a Ethereum, Hayes no duda en señalar su mayor debilidad actual: la privacidad. Reconoce que la falta de garantías de privacidad, exigidas por las grandes instituciones, es “lo más importante que Ethereum actualmente no tiene”. Para bancos y fondos de cobertura que manejan transacciones de alto valor, sería inconcebible exponer detalles de transacciones y posiciones en un libro público. Sin embargo, confía en que la hoja de ruta de Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, está activamente abordando este problema.
Curiosamente, Hayes opina que esta limitación no frenará la adopción institucional. Propone que las empresas operarán en Layer 2 (L2) con funciones de privacidad, mientras que seguirán dependiendo de la capa principal de Ethereum (L1) para la liquidación final. En su visión, ya sea en Arbitrum, Optimism u otras L2, Ethereum L1 seguirá siendo la “base de seguridad” inamovible. Esta diferenciación define claramente los niveles: L2 será responsable de expansión y personalización (incluyendo privacidad), mientras que L1 ofrecerá seguridad y confianza globales.
Este esquema también genera reflexiones sobre la distribución futura de costes. Hayes prevé que en el futuro puedan intensificarse las disputas sobre cómo distribuir los costes entre L2 y Ethereum L1. Sin embargo, enfatiza que esto no altera la realidad fundamental: en última instancia, las instituciones usarán Ethereum para garantizar la seguridad de sus operaciones. Este enfoque refuerza la posición de Ethereum como la “capa de liquidación” o “capa de seguridad” en el mundo cripto, cuyo valor podría pasar de las tarifas directas a una prima por la seguridad de todo el ecosistema.
El fin de las cadenas públicas: Ethereum y Solana en el “duo” final
Al describir el futuro de la competencia entre blockchains públicas, la postura de Hayes es sumamente sobria y centrada. Predice que el futuro de las cadenas públicas será muy integrado, reduciéndose a unos pocos ganadores. En este escenario reducido, Ethereum será claramente el campeón a largo plazo, mientras que Solana será un “segundo lugar remoto pero duradero”.
Analiza objetivamente las ventajas y limitaciones de Solana. Él atribuye su ascenso de 7 a 300 dólares principalmente a la euforia en las temporadas de Meme Coins en 2023 y 2024, que demostraron la capacidad de Solana para escenarios de alto rendimiento y su fuerte atracción para fondos minoristas. Sin embargo, también señala con incisividad que, para que Solana vuelva a superar a Ethereum, necesita “una jugada nueva”. Espera que Solana mantenga su relevancia, pero que sea difícil igualar la función que Ethereum desempeña en la adopción institucional y en su potencial de crecimiento a largo plazo.
Para muchas otras cadenas Layer 1, el juicio de Hayes es casi “sentencia de muerte”. Critica especialmente aquellas con valoraciones de mercado totalmente diluidas (FDV) y baja liquidez (como Monad), calificándolas como proyectos sobrevalorados que probablemente, tras un pico inicial, experimentarán “una caída del 99%”. Esta visión refleja su desdén por las “falsas innovaciones” y las burbujas de valoración en el mercado, y refuerza la percepción de que Ethereum y Solana poseen “necesidades reales” y “resiliencia ecológica”.
De predicciones a realidad: la prueba del relato institucional y la lucha del mercado
La gran predicción de Hayes debe enfrentarse a una rigurosa prueba en la realidad. La medida clave será el cumplimiento de su narrativa repetida sobre “adopción institucional”. El mercado actual está en un momento delicado: por un lado, como señala Hayes, hay instituciones como BitMine que siguen comprando; pero, por otro, los datos de flujo de fondos de ETFs en EE. UU. muestran que, en las últimas semanas, el ETF spot de Ethereum no ha mostrado una capacidad de captación sostenida, incluso ha tenido salidas. Esta contradicción revela la tensión entre narrativa y realidad.
Para los inversores, entender la lógica que hay tras la predicción de Hayes es más importante que simplemente memorizar el número “20.000 dólares”. Su visión describe una competencia por el dominio de la infraestructura cripto. Si el mundo financiero tradicional finalmente elige Ethereum como base para sus activos y transacciones, el flujo de capital será sin precedentes. Si el proceso se estanca o se dirige en otra dirección, Ethereum aún puede depender del crecimiento en DeFi, NFT y otros usos nativos criptográficos, con un camino y una altura completamente diferentes.
Por ello, más allá de las fluctuaciones de precios, el mercado debería seguir las señales que confirmen o refuten la narrativa de “adopción institucional”: ¿más bancos convencionales anuncian proyectos piloto basados en Ethereum? ¿las grandes gestoras aumentan su asignación a productos del ecosistema Ethereum? ¿y las aplicaciones institucionales en L2 muestran crecimiento real? Estas señales fundamentales serán clave para determinar si la predicción de Hayes se hace realidad.
Con su estilo agudo, Hayes ha pintado un panorama lleno de ambición y controversia para Ethereum. La visión central es que Ethereum pase de ser “la capa de liquidación global” a convertirse en “la infraestructura pública predeterminada del mundo financiero tradicional”. Aunque no pueda cumplirse totalmente, señala claramente las tensiones principales para el próximo ciclo alcista: el choque y la fusión del capital institucional masivo con las cadenas públicas nativas. El mercado avanzará entre esperanza y duda, confirmando o ajustando cada paso que este profeta cripto ha bosquejado. Y para cada participante, entender esta transformación paradigmática en marcha quizás sea más importante que predecir un precio específico.
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Arthur Hayes afirma: Ethereum alcanzará los 20,000 dólares en 2026, 50 ETH te convertirán en millonario
La principal figura de liderazgo en el mundo de las criptomonedas, Arthur Hayes, publicó recientemente una predicción macro sobre Ethereum, afirmando que su precio alcanzará los 20.000 dólares en el próximo ciclo. Además, sorprendió diciendo: solo con mantener 50 ETH, podrás convertirte en millonario antes de la próxima elección presidencial en Estados Unidos. La lógica central de Hayes radica en que, tras el fracaso en la exploración de cadenas privadas, las instituciones financieras tradicionales ven a Ethereum como la capa de liquidación pública imprescindible, cuya enorme seguridad, liquidez y ecosistema de desarrolladores conforman una barrera insuperable. Al mismo tiempo, predice que la mayoría de las cadenas Layer 1 terminarán con resultados pobres, dejando a Solana como la segunda opción remota que logrará sobrevivir.
Predicción audaz: objetivo de 20.000 dólares y camino hacia ser millonario con “50 ETH”
La predicción de Arthur Hayes ha causado un gran impacto en el mercado por los números y el marco temporal extremadamente específicos y sorprendentes que ha dado. Él afirma claramente que el precio de Ethereum podría llegar a 20.000 dólares. Basándose en esa meta, calcula una conclusión aún más imaginativa: que con 50 ETH basta para construir una cartera de inversión valorada en millones de dólares en el próximo ciclo alcista. Establece la fecha para alcanzar ese hito “antes de la próxima elección presidencial en Estados Unidos”, lo que proporciona a los participantes del mercado un marco temporal psicológico relativamente definido.
Esta predicción no surge de la nada, sino que se basa en la estructura delicada de oferta y demanda del mercado actual. Hayes señala que las reservas de ETH en los exchanges han bajado a mínimos de años, y que las “ballenas” recientes han acumulado más de 900,000 ETH. Un indicador aún más destacado proviene de instituciones, como BitMine, que esta semana compró ETH por valor de 112 millones de dólares, y desde principios de diciembre, su compra singular alcanzó una asombrosa suma de 435 millones de dólares, con una posición total cercana a 3,86 millones de ETH. La acumulación continua de estas magnitudes está construyendo silenciosamente un entorno de mercado con oferta cada vez más ajustada.
No obstante, esta predicción radical viene acompañada de una advertencia consciente. Hayes admite que, si la realidad no se ajusta a sus expectativas, sería resultado de un “colapso de la narrativa”. Específicamente, si el uso de stablecoins se estanca o las instituciones, tras intentar hacer transacciones en la cadena, deciden retroceder, entonces los fondos podrían volver a fluir hacia Bitcoin, haciendo que esta tenga un mejor rendimiento que Ethereum durante un período prolongado. Esto revela que la predicción depende en gran medida de que la narrativa de “adopción masiva por parte de instituciones” pueda cumplirse con éxito.
Puntos clave de la predicción de Arthur Hayes sobre Ethereum
¿Por qué Ethereum? La visión de Hayes sobre la capa de liquidación definitiva para instituciones
La base de la predicción de Hayes es su firme creencia de que el mercado aún subestima gravemente la determinación y profundidad con la que las instituciones financieras tradicionales integrarán Ethereum. A su juicio, tras años de fracasos en experimentos con cadenas privadas, la banca ha llegado a un consenso clave: no puedes tener una cadena privada, es necesario usar una cadena pública para garantizar seguridad y utilidad real. Este cambio de percepción está estrechamente relacionado con el crecimiento explosivo de las stablecoins, que ha obligado a las instituciones financieras a aceptar el valor de la liquidación en cadena.
¿Por qué Ethereum puede destacar entre muchas cadenas públicas y convertirse en la “opción predeterminada institucional” que Hayes menciona? Él cree que la respuesta radica en tres dimensiones difíciles de replicar: seguridad, liquidez y profundidad de desarrolladores. Ethereum cuenta con el presupuesto de seguridad más probado y valioso a lo largo del tiempo; posee los pools de liquidez más profundos, aparte de Bitcoin; y tiene la comunidad de desarrolladores más grande y activa a nivel global. Estos elementos conforman un triángulo sólido que hace de Ethereum la opción con menor riesgo y mayor viabilidad para que las instituciones desplieguen grandes capitales.
Esta lógica también se alinea con las tendencias de cambio estructural en la industria. Datos recientes muestran que, pese a la volatilidad del mercado, la infraestructura institucional en torno a la capa base de Ethereum continúa formándose. Un contraste interesante es que, según datos de flujo de fondos en diciembre, el ETF de Ethereum en EE. UU. experimentó salidas significativas, lo cual parece contradecir la visión de una afluencia masiva institucional que Hayes describe. Sin embargo, su perspectiva puede centrarse en una transformación estratégica a largo plazo, en lugar de en movimientos de fondos a corto plazo. Él enfatiza que esto es parte de un proceso de preparación de infraestructura pública por parte de los bancos para ejecutar su estrategia Web3, y que su escala será épica.
Desafíos y respuestas: la privacidad como punto débil y la evolución del papel de L2
A pesar del elogio a Ethereum, Hayes no duda en señalar su mayor debilidad actual: la privacidad. Reconoce que la falta de garantías de privacidad, exigidas por las grandes instituciones, es “lo más importante que Ethereum actualmente no tiene”. Para bancos y fondos de cobertura que manejan transacciones de alto valor, sería inconcebible exponer detalles de transacciones y posiciones en un libro público. Sin embargo, confía en que la hoja de ruta de Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, está activamente abordando este problema.
Curiosamente, Hayes opina que esta limitación no frenará la adopción institucional. Propone que las empresas operarán en Layer 2 (L2) con funciones de privacidad, mientras que seguirán dependiendo de la capa principal de Ethereum (L1) para la liquidación final. En su visión, ya sea en Arbitrum, Optimism u otras L2, Ethereum L1 seguirá siendo la “base de seguridad” inamovible. Esta diferenciación define claramente los niveles: L2 será responsable de expansión y personalización (incluyendo privacidad), mientras que L1 ofrecerá seguridad y confianza globales.
Este esquema también genera reflexiones sobre la distribución futura de costes. Hayes prevé que en el futuro puedan intensificarse las disputas sobre cómo distribuir los costes entre L2 y Ethereum L1. Sin embargo, enfatiza que esto no altera la realidad fundamental: en última instancia, las instituciones usarán Ethereum para garantizar la seguridad de sus operaciones. Este enfoque refuerza la posición de Ethereum como la “capa de liquidación” o “capa de seguridad” en el mundo cripto, cuyo valor podría pasar de las tarifas directas a una prima por la seguridad de todo el ecosistema.
El fin de las cadenas públicas: Ethereum y Solana en el “duo” final
Al describir el futuro de la competencia entre blockchains públicas, la postura de Hayes es sumamente sobria y centrada. Predice que el futuro de las cadenas públicas será muy integrado, reduciéndose a unos pocos ganadores. En este escenario reducido, Ethereum será claramente el campeón a largo plazo, mientras que Solana será un “segundo lugar remoto pero duradero”.
Analiza objetivamente las ventajas y limitaciones de Solana. Él atribuye su ascenso de 7 a 300 dólares principalmente a la euforia en las temporadas de Meme Coins en 2023 y 2024, que demostraron la capacidad de Solana para escenarios de alto rendimiento y su fuerte atracción para fondos minoristas. Sin embargo, también señala con incisividad que, para que Solana vuelva a superar a Ethereum, necesita “una jugada nueva”. Espera que Solana mantenga su relevancia, pero que sea difícil igualar la función que Ethereum desempeña en la adopción institucional y en su potencial de crecimiento a largo plazo.
Para muchas otras cadenas Layer 1, el juicio de Hayes es casi “sentencia de muerte”. Critica especialmente aquellas con valoraciones de mercado totalmente diluidas (FDV) y baja liquidez (como Monad), calificándolas como proyectos sobrevalorados que probablemente, tras un pico inicial, experimentarán “una caída del 99%”. Esta visión refleja su desdén por las “falsas innovaciones” y las burbujas de valoración en el mercado, y refuerza la percepción de que Ethereum y Solana poseen “necesidades reales” y “resiliencia ecológica”.
De predicciones a realidad: la prueba del relato institucional y la lucha del mercado
La gran predicción de Hayes debe enfrentarse a una rigurosa prueba en la realidad. La medida clave será el cumplimiento de su narrativa repetida sobre “adopción institucional”. El mercado actual está en un momento delicado: por un lado, como señala Hayes, hay instituciones como BitMine que siguen comprando; pero, por otro, los datos de flujo de fondos de ETFs en EE. UU. muestran que, en las últimas semanas, el ETF spot de Ethereum no ha mostrado una capacidad de captación sostenida, incluso ha tenido salidas. Esta contradicción revela la tensión entre narrativa y realidad.
Para los inversores, entender la lógica que hay tras la predicción de Hayes es más importante que simplemente memorizar el número “20.000 dólares”. Su visión describe una competencia por el dominio de la infraestructura cripto. Si el mundo financiero tradicional finalmente elige Ethereum como base para sus activos y transacciones, el flujo de capital será sin precedentes. Si el proceso se estanca o se dirige en otra dirección, Ethereum aún puede depender del crecimiento en DeFi, NFT y otros usos nativos criptográficos, con un camino y una altura completamente diferentes.
Por ello, más allá de las fluctuaciones de precios, el mercado debería seguir las señales que confirmen o refuten la narrativa de “adopción institucional”: ¿más bancos convencionales anuncian proyectos piloto basados en Ethereum? ¿las grandes gestoras aumentan su asignación a productos del ecosistema Ethereum? ¿y las aplicaciones institucionales en L2 muestran crecimiento real? Estas señales fundamentales serán clave para determinar si la predicción de Hayes se hace realidad.
Con su estilo agudo, Hayes ha pintado un panorama lleno de ambición y controversia para Ethereum. La visión central es que Ethereum pase de ser “la capa de liquidación global” a convertirse en “la infraestructura pública predeterminada del mundo financiero tradicional”. Aunque no pueda cumplirse totalmente, señala claramente las tensiones principales para el próximo ciclo alcista: el choque y la fusión del capital institucional masivo con las cadenas públicas nativas. El mercado avanzará entre esperanza y duda, confirmando o ajustando cada paso que este profeta cripto ha bosquejado. Y para cada participante, entender esta transformación paradigmática en marcha quizás sea más importante que predecir un precio específico.