Aevo Fundador afirma que ha desperdiciado 8 años de su vida en la industria de las criptomonedas, y que esta se ha convertido en el sistema de especulación más grande de la historia. Nic Carter, fundador de Castle Island Ventures, presenta los cinco principales propósitos de las criptomonedas y sostiene que mantener una actitud pragmática y optimista es la opción correcta. Este artículo se basa en un escrito de Carter, organizado, traducido y redactado por PANews.
(Resumen previo: «Reflexión profunda»: he desperdiciado 8 años en la industria de las criptomonedas)
(Información adicional: de «El infierno de la suscripción» a la historia de la evolución de los modelos de precios en internet)

Índice del artículo

• Los cinco principales propósitos de las criptomonedas
  • 1. Restablecer una moneda sana
  • 2. Incorporar la lógica empresarial en contratos inteligentes
  • 3. Hacer que la propiedad digital sea «real»
  • 4. Hacer los mercados de capital más eficientes
  • 5. Ampliar la inclusión financiera a nivel global
• Optimismo pragmático

Nadie puede servir a dos señores: o aborrece a uno y ama al otro, o se apega a uno y desprecia al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas (nota: en la tradición religiosa, la personificación de la riqueza).

Mateo

Ken Chang publicó recientemente un artículo titulado «He desperdiciado 8 años de mi vida en las criptomonedas», en el que lamenta que esta industria parezca tener de forma innata una tendencia a la pérdida de capital y al nihilismo financiero.

A la comunidad cripto le encanta burlarse de este tipo de artículos de «salida enojada», recordando con entusiasmo cómo figuras históricas como Mike Hearn y Jeff Garzik anunciaron su salida en su momento, y luego señalar con orgullo cuánto ha subido Bitcoin desde entonces.

Pero la mayor parte de lo que Ken dice no está equivocado. Él afirma:

Las criptomonedas dicen que buscan descentralizar el sistema financiero, y yo lo creí por completo, pero la realidad es que solo es un sistema de alta especulación y apuestas, que en realidad refleja la economía actual. La verdad me golpeó como un camión: no estoy construyendo un nuevo sistema financiero, sino un casino. Un casino que no quiere admitir que es un casino, pero que es la mayor creación de nuestra generación, en línea las 24 horas, con múltiples participantes simultáneos.

Ken señala que los fondos de inversión han quemado miles de millones de dólares apoyando innumerables nuevas L1, cuando claramente no se necesitan tantas. Esto es cierto, aunque distorsiona un poco el modelo de incentivos (los fondos de inversión solo canalizan capital).

También denuncia la proliferación de contratos perpetuos, DEX spot, mercados de predicción y plataformas de emisión de tokens meme. Aunque desde un nivel abstracto se puede defender estos conceptos (excepto las plataformas de emisión de tokens meme, que son completamente indefendibles), no se puede negar que su proliferación se debe a que hay incentivos en el mercado y los fondos están dispuestos a invertir dinero.

Ken dice que entró en el mundo cripto con un idealismo. Todos están muy familiarizados con su tendencia libertaria de estilo Rand. Pero luego no practicó el libertarismo, sino que construyó un casino. Específicamente, es conocido por su participación en el desarrollo de Ribbon Finance, un protocolo que permite a los usuarios depositar activos en un vault y obtener ganancias mediante la venta sistemática de opciones.

Personalmente, no quiero ser demasiado duro, pero la realidad es esa. Si fuera yo, también reflexionaría profundamente. A medida que el conflicto entre principios y práctica se vuelve insostenible, Ken finalmente se da cuenta con pesimismo: las criptomonedas son un casino, no una revolución.

Lo más impactante de leer su artículo es que me recuerda la famosa declaración de Mike Hearn hace casi 10 años, cuando anunció su salida. Hearn escribió:

¿Por qué fracasó Bitcoin? Porque la comunidad fracasó. Debería haberse convertido en una moneda descentralizada, sin instituciones «sistemáticamente importantes» ni «demasiado grande para quebrar», pero en cambio se convirtió en algo peor: un sistema controlado por unos pocos.

Lo peor es que la red está al borde del colapso técnico. Los mecanismos que deberían haber evitado esto ya fallaron, por lo que ya no hay muchas razones para pensar que Bitcoin puede ser mejor que el sistema financiero actual.

Los detalles difieren, pero el argumento es el mismo. Bitcoin / criptomonedas deberían haber sido algo (descentralización, ciberpunk), pero se convirtieron en otra cosa (casino, centralización). Hearn y Chang creen que, en última instancia, no son mejores que el sistema financiero actual.

Su argumento puede resumirse en una frase: las criptomonedas tenían un propósito significativo al principio, pero luego se convirtieron en otra cosa. Esto ha llevado a un debate sobre la «teleología» de las criptomonedas: ¿qué significado tienen realmente?

Los cinco principales propósitos de las criptomonedas

Desde mi perspectiva, hay aproximadamente cinco corrientes principales, que no son completamente excluyentes entre sí. Por ejemplo, personalmente apoyo mucho el primero y el quinto, pero también tengo simpatía por los otros. Sin embargo, no soy leal a ninguna en particular, ni siquiera a los partidarios más acérrimos de Bitcoin.

1. Restablecer una moneda sana

Este era el sueño común de la mayoría de los primeros partidarios de Bitcoin, aunque no todos estaban de acuerdo. La idea es que, con el tiempo, Bitcoin podría desafiar la prerrogativa monetaria de muchos países e incluso reemplazar sus monedas, volviendo a un patrón similar al patrón oro.

Este grupo suele pensar que todo lo demás que sucede en el mundo cripto es una distracción, una trampa que solo aprovecha la fama de Bitcoin. Aunque Bitcoin solo ha logrado avances limitados en el ámbito soberano, que en 15 años pueda convertirse en un activo monetario de peso es ya un logro notable. Los partidarios de esta visión suelen estar en un estado de esperanza y desilusión entrelazados, esperando que la adopción masiva de Bitcoin esté cerca.

2. Incorporar la lógica empresarial en contratos inteligentes

Es la visión más valorada por Vitalik Buterin y los partidarios de Ethereum: si podemos digitalizar el dinero, también podemos programar transacciones y contratos en código, haciendo que el mundo sea más eficiente y justo.

Para los defensores iniciales de Bitcoin, esto era una herejía. Pero en ciertos ámbitos estrechos, ha tenido éxito, especialmente en contratos que pueden expresarse matemáticamente, como los derivados.

3. Hacer que la propiedad digital sea «real»

Desde mi punto de vista, esta es la mejor síntesis de la filosofía de «Web3» o «Read Write Own»: la propiedad digital debe ser tan real como la física. La idea en sí misma tiene valor, pero su implementación (NFTs, redes sociales Web3) o bien está completamente equivocada o es demasiado avanzada para su tiempo.

A pesar de miles de millones de dólares invertidos, hoy en día pocos defienden esta idea. Pero sigo creyendo que tiene aspectos positivos. La mayoría de los problemas en internet hoy en día provienen de no poseer realmente nuestro espacio digital ni tener control sobre con quién interactuamos o quién puede ver nuestro contenido. Confío en que algún día recuperaremos el control de nuestros activos en línea, y probablemente esto pase por blockchain. Solo que la implementación de esta idea aún no está madura.

4. Hacer los mercados de capital más eficientes

Es la de menor carga ideológica de las cinco. Es difícil encontrar a muchas personas interesadas en la liquidación de valores, COBOL, SWIFT o en las ventanas de transferencias bancarias. Pero en realidad, esto sostiene gran parte del valor de la industria cripto. La idea central es que el sistema financiero occidental está construido sobre tecnología obsoleta, y debido a la dependencia de rutas, es muy difícil actualizarla (no puedes simplemente derribar toda la infraestructura de liquidación diaria de varios billones de dólares). Estas actualizaciones deben venir desde fuera del sistema y adoptar arquitecturas completamente nuevas. El valor aquí radica principalmente en la eficiencia y en el posible excedente para los consumidores, por lo que no es particularmente emocionante.

5. Ampliar la inclusión financiera a nivel global

Por último, están aquellos con una visión más compasiva, que ven las criptomonedas como una tecnología inclusiva que permite a las personas en países en desarrollo acceder por primera vez a infraestructura financiera de bajo costo: que puedan custodiar sus activos en criptomonedas o stablecoins, comprar acciones tokenizadas o fondos del mercado monetario, obtener una tarjeta con su wallet o cuenta en un exchange y ser tratados como iguales en la red financiera. Es un fenómeno muy real, y da esperanza a muchos idealistas que ven cómo sus sueños aún se mantienen vivos.

Optimismo pragmático

Entonces, ¿quién tiene razón? ¿Los idealistas o los cínicos? ¿O alguna tercera vía desconocida?

Podría extenderme mucho hablando de cómo las burbujas siempre van acompañadas de avances tecnológicos importantes, cómo en realidad las burbujas han impulsado la construcción de infraestructura útil, y por qué las criptomonedas están llenas de especulación, porque en esencia son una tecnología financiera, pero esto en su mayoría es solo un consuelo.

La verdadera respuesta es que mantener un optimismo pragmático es la actitud correcta. Cada vez que te sientas extremadamente pesimista respecto a la «craps de las criptomonedas», debes mantener esa postura. La especulación, la fanaticada y la depredación deben entenderse como eventos externos inevitables y desagradables en el proceso de construir infraestructura útil.

Esto ha generado efectos negativos muy reales, y no quiero minimizarlo. La normalización de las memecoins, las apuestas sin sentido y el nihilismo financiero entre los jóvenes son preocupantes y dañinos para la sociedad. Pero son efectos secundarios inevitables de un mercado de capitales sin permisos. Sin blockchain, esto no ocurriría. Solo debes aceptar que es una consecuencia del funcionamiento de la tecnología blockchain. No tienes que participar en ello.

Resumiendo, las criptomonedas tienen objetivos claros, y no hay problema en tener una actitud idealista hacia ellos. Hay una fuerza que motiva a miles de personas a dedicar su carrera a esta industria.

Pero, quizás, ese objetivo no sea tan emocionante como parece.

Probablemente, el mundo no se «superbitcoinizará». Los NFTs no han cambiado radicalmente la propiedad digital. Los mercados de capital en la cadena avanzan lentamente. A excepción del dólar, todavía no se tokeniza mucho. Ningún régimen autoritario ha sido derrocado por la gente común con wallets cripto. La mayoría de las aplicaciones con verdadero ajuste mercado-producto son Bitcoin, stablecoins, exchanges descentralizados y mercados de predicción. Además, la mayor parte del valor generado puede ser capturado por grandes empresas o redistribuido a los consumidores en forma de eficiencia y ahorro de costos.

Por lo tanto, el verdadero desafío es mantener un optimismo realista, basado en posibilidades concretas, en lugar de caer en ilusiones ciegas. Si crees en una utopía libertaria estilo Rand, la brecha entre expectativa y realidad te hará fracasar. En cuanto a los mecanismos de casino, emisión ilimitada y especulación desenfrenada, deben considerarse defectos desagradables del sector, pero difíciles de erradicar. Si piensas que los costos de introducir blockchain en el mundo superan sus beneficios, tienes toda la razón para sentirte decepcionado. Pero, en mi opinión, la situación en realidad es mejor que nunca. Tenemos más evidencia que nunca de que estamos en el camino correcto. Solo hay que no perder el rumbo.