Bitcoin alcanzará varios máximos en 2025, pero al extenderse a 10 años, aparece un hecho incómodo: este año, el BTC ha tenido un rendimiento inferior al del oro, las acciones estadounidenses e incluso a muchos activos tradicionales.
El precio está alcanzando un nuevo máximo, pero la sensación está empeorando, lo que podría ser una de las emociones más reales en el mundo de las monedas este año.
Cuando BTC ya no sea la “solución óptima del año” por defecto, las criptomonedas están pasando de ser un activo de alto crecimiento a un activo de riesgo que se compara repetidamente y se valora estrictamente.
Quizás este sea el verdadero problema que la industria de las criptomonedas deberá enfrentar en 2025:
¿Estamos soportando el dolor de la transición, o estamos despidiéndonos de esa era en la que “solo al participar hay recompensas”?
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Bitcoin alcanzará varios máximos en 2025, pero al extenderse a 10 años, aparece un hecho incómodo: este año, el BTC ha tenido un rendimiento inferior al del oro, las acciones estadounidenses e incluso a muchos activos tradicionales.
El precio está alcanzando un nuevo máximo, pero la sensación está empeorando, lo que podría ser una de las emociones más reales en el mundo de las monedas este año.
Cuando BTC ya no sea la “solución óptima del año” por defecto, las criptomonedas están pasando de ser un activo de alto crecimiento a un activo de riesgo que se compara repetidamente y se valora estrictamente.
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¿Estamos soportando el dolor de la transición, o estamos despidiéndonos de esa era en la que “solo al participar hay recompensas”?