Ha habido mucho drama en torno a los archivos de Epstein, pero aquí está mi opinión: todo está impulsado por una parte—una que alimenta la economía. La trata de personas representa alrededor del 20–30% de la esclavitud moderna, mientras que el resto proviene de trabajos regulares, trabajos privados y sistemas similares. Luego hay otro grupo: la población sin hogar, fuertemente afectada por las drogas y el alcohol, de la cual una parte se está beneficiando. También está la industria farmacéutica, de la que todos saben.

Todos estos—ya sean buenos o malos—son partes de sistemas globales que contribuyen a la economía. Si uno colapsa, otros siguen como un efecto dominó. Por eso, sin importar quién aparece en los archivos o quién suministra drogas a los sin hogar, estos problemas lamentablemente nunca desaparecerán por completo.