Por primera vez en treinta años, el Banco Central de Japón se enfrenta a una situación irónica al aumentar la Tasa de interés al 0.75%: el yen se desploma, la Tasa de cambio atraviesa directamente el umbral de 157, alcanzando un nuevo mínimo en décadas.
Esto no es una simple reacción del mercado, sino una celebración global llamada "arbitraje de tasas de interés reales". Los inversores han apuntado a la ventaja de bajo costo del yen, pidiendo préstamos de manera frenética y cambiándolos por activos en dólares, ganando una fortuna con esta diferencia. Esta fuerza se ha convertido silenciosamente en un impulsor invisible de la liquidez de los activos de riesgo a nivel mundial, incluido el bitcoin.
Las lecciones de la historia son evidentes. En las tres ocasiones anteriores en que el Banco Central de Japón aumentó las tasas de interés, Bitcoin cayó entre un 20% y un 31% cada vez. Ahora el yen sigue devaluándose, y las operaciones de arbitraje siguen chupando la liquidez del mercado; parece que todo está en calma, pero esta calma es muy frágil. En el momento en que las autoridades japonesas intervengan en el mercado cambiario, o se produzca un aumento de tasas de interés que supere las expectativas, en el momento en que las operaciones de arbitraje cierren colectivamente, los activos globales sufrirán una gran caída al unísono.
Detrás de esto hay una pregunta fundamental: cuando la moneda nacional es secuestrada por la deuda, la Tasa de interés y la intervención en el mercado de divisas, ¿en qué más pueden confiar los inversores? ¿Es necesario buscar una forma de activo global que trascienda el crédito de un solo país, que sea más estable y más autónoma?
Esto es precisamente lo que deben hacer las stablecoins descentralizadas. Su valor no depende de las decisiones del Banco Central ni se ve afectado por intervenciones en la Tasa de cambio, sino que se mantiene estable a través de la sobrecolateralización en la cadena y reservas completamente transparentes. En una era de frecuentes fluctuaciones en la política monetaria soberana, esta lógica de diseño merece atención.
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FlatTax
· hace23h
El Banco Central de Japón realmente se ha hecho daño a sí mismo al levantar una piedra y golpearse el pie; el aumento de tasas ha provocado una gran caída del yen, este arbitraje es increíble.
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FastLeaver
· hace23h
Banco Central de Japón: He subido las tasas, ven a salvar mi moneda...
El mercado: jejeje no es necesario
Es el mismo viejo truco, el arbitraje de tasas de interés es realmente el vampiro de la liquidez global, Bitcoin siempre recibe el daño
Esperando a ver si Japón interfiere, el momento de cerrar posición será el verdadero modo infierno
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NFTRegretter
· hace23h
Si el arbitraje del yen se derrumba, BTC realmente tendrá que soportar el golpe, la historia es tan real.
Por primera vez en treinta años, el Banco Central de Japón se enfrenta a una situación irónica al aumentar la Tasa de interés al 0.75%: el yen se desploma, la Tasa de cambio atraviesa directamente el umbral de 157, alcanzando un nuevo mínimo en décadas.
Esto no es una simple reacción del mercado, sino una celebración global llamada "arbitraje de tasas de interés reales". Los inversores han apuntado a la ventaja de bajo costo del yen, pidiendo préstamos de manera frenética y cambiándolos por activos en dólares, ganando una fortuna con esta diferencia. Esta fuerza se ha convertido silenciosamente en un impulsor invisible de la liquidez de los activos de riesgo a nivel mundial, incluido el bitcoin.
Las lecciones de la historia son evidentes. En las tres ocasiones anteriores en que el Banco Central de Japón aumentó las tasas de interés, Bitcoin cayó entre un 20% y un 31% cada vez. Ahora el yen sigue devaluándose, y las operaciones de arbitraje siguen chupando la liquidez del mercado; parece que todo está en calma, pero esta calma es muy frágil. En el momento en que las autoridades japonesas intervengan en el mercado cambiario, o se produzca un aumento de tasas de interés que supere las expectativas, en el momento en que las operaciones de arbitraje cierren colectivamente, los activos globales sufrirán una gran caída al unísono.
Detrás de esto hay una pregunta fundamental: cuando la moneda nacional es secuestrada por la deuda, la Tasa de interés y la intervención en el mercado de divisas, ¿en qué más pueden confiar los inversores? ¿Es necesario buscar una forma de activo global que trascienda el crédito de un solo país, que sea más estable y más autónoma?
Esto es precisamente lo que deben hacer las stablecoins descentralizadas. Su valor no depende de las decisiones del Banco Central ni se ve afectado por intervenciones en la Tasa de cambio, sino que se mantiene estable a través de la sobrecolateralización en la cadena y reservas completamente transparentes. En una era de frecuentes fluctuaciones en la política monetaria soberana, esta lógica de diseño merece atención.