#美联储降息预期 La información clave de la decisión de recorte de tasas de la Reserva Federal en esta ocasión en realidad no reside en las tasas en sí, sino en la reestructuración del poder en dos niveles:
**Nivel micro — la estructura de fondos se está auto reparando.** Saylor aumentó su posición en BTC en casi 1.000 millones de dólares la semana pasada, y Tom Lee, a través de BitMine, compró ETH por 429 millones de dólares. Estas no son operaciones contrarias impulsadas por emociones, sino que grandes instituciones están usando dinero real para probar la resistencia del fondo del mercado. Los 4.000 millones de dólares en salidas de ETF en los últimos dos meses parecen sorprendentes, pero los datos de Amberdata apuntan a un hecho más claro: se trata de un cierre sistemático de posiciones de arbitraje de base, y no de una retirada de fondos por pánico a largo plazo. Fidelity y BlackRock en conjunto todavía están en flujo neto positivo, lo que significa que la lógica subyacente de las asignaciones institucionales no ha cambiado.
**Nivel macro — esa es realmente la fuente de señal.** El equipo de Trump no solo está cambiando a Jerome Powell como presidente de la Reserva Federal, sino que está reescribiendo completamente la estructura del poder monetario. Desde la reconfiguración del personal (Hassett, Bessent, entre otros, que no son del círculo tradicional de bancos centrales) hasta la subida de la prima de plazo, y las continuas dudas sobre el sistema de balance de activos y pasivos, todas estas acciones apuntan en la misma dirección: el poder se está transfiriendo del banco central al Departamento del Tesoro. La diferencia entre los bonos del Tesoro a 12 meses y los de 10 años se acerca a los picos en etapas, pero esta vez no es por una economía en mejora, sino porque el mercado está reevaluando quién controla realmente las tasas a largo plazo.
De las tres rutas para recortar tasas el próximo año, las dos primeras (descenso de la inflación, deterioro del mercado laboral) requieren tiempo, pero la tercera — la reestructuración del personal de la Reserva Federal — es en la que realmente está trabajando el equipo de Trump. Esto significa que en los próximos meses veremos una apariencia de caos superficial, mientras que en el fondo se está llevando a cabo una reestructuración clara. La mejora en la liquidez dará soporte a los activos de riesgo, pero para que Bitcoin realmente supere, aún hay que esperar a que el nuevo marco monetario sea más claro. La variable a corto plazo no es la magnitud del recorte, sino el ritmo de avance en este juego de poder.
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#美联储降息预期 La información clave de la decisión de recorte de tasas de la Reserva Federal en esta ocasión en realidad no reside en las tasas en sí, sino en la reestructuración del poder en dos niveles:
**Nivel micro — la estructura de fondos se está auto reparando.** Saylor aumentó su posición en BTC en casi 1.000 millones de dólares la semana pasada, y Tom Lee, a través de BitMine, compró ETH por 429 millones de dólares. Estas no son operaciones contrarias impulsadas por emociones, sino que grandes instituciones están usando dinero real para probar la resistencia del fondo del mercado. Los 4.000 millones de dólares en salidas de ETF en los últimos dos meses parecen sorprendentes, pero los datos de Amberdata apuntan a un hecho más claro: se trata de un cierre sistemático de posiciones de arbitraje de base, y no de una retirada de fondos por pánico a largo plazo. Fidelity y BlackRock en conjunto todavía están en flujo neto positivo, lo que significa que la lógica subyacente de las asignaciones institucionales no ha cambiado.
**Nivel macro — esa es realmente la fuente de señal.** El equipo de Trump no solo está cambiando a Jerome Powell como presidente de la Reserva Federal, sino que está reescribiendo completamente la estructura del poder monetario. Desde la reconfiguración del personal (Hassett, Bessent, entre otros, que no son del círculo tradicional de bancos centrales) hasta la subida de la prima de plazo, y las continuas dudas sobre el sistema de balance de activos y pasivos, todas estas acciones apuntan en la misma dirección: el poder se está transfiriendo del banco central al Departamento del Tesoro. La diferencia entre los bonos del Tesoro a 12 meses y los de 10 años se acerca a los picos en etapas, pero esta vez no es por una economía en mejora, sino porque el mercado está reevaluando quién controla realmente las tasas a largo plazo.
De las tres rutas para recortar tasas el próximo año, las dos primeras (descenso de la inflación, deterioro del mercado laboral) requieren tiempo, pero la tercera — la reestructuración del personal de la Reserva Federal — es en la que realmente está trabajando el equipo de Trump. Esto significa que en los próximos meses veremos una apariencia de caos superficial, mientras que en el fondo se está llevando a cabo una reestructuración clara. La mejora en la liquidez dará soporte a los activos de riesgo, pero para que Bitcoin realmente supere, aún hay que esperar a que el nuevo marco monetario sea más claro. La variable a corto plazo no es la magnitud del recorte, sino el ritmo de avance en este juego de poder.