#通胀与经济增长 Cuando vi este artículo de Timiraos, lo que me vino a la mente fue la escena de la víspera de la última subida de tipos en 2015. En aquel entonces también era así: voces divididas dentro de la Reserva Federal, presiones externas en aumento, el mercado esperando una señal clara.
Las tres vías para reducir los tipos se explican con sinceridad, pero también revelan la difícil realidad. ¿Esperar a que la inflación baje? Eso requiere tiempo, y la presión política nunca da a los economistas la paciencia suficiente. ¿Deteriorar el mercado laboral? Es una medida desesperada, ningún decisor realmente desea ver un aumento en la tasa de desempleo solo para bajar los tipos. La tercera vía es aún más interesante: cambiar la composición del personal en la sala de reuniones de la Reserva Federal, una lucha de poder en su esencia.
Trump es como ese velociraptor que tantea frente a la valla, una metáfora muy acertada. Históricamente, ningún presidente ha desafiado tan directamente la independencia de la Fed, al menos no de manera tan continua y pública. La presión de Nixon sobre Burns en los años 70, la mano dura de Volcker contra la inflación, son referencias, pero las presiones y los medios actuales son muy diferentes.
Lo que me recuerda es que cada ciclo de erosión de la independencia del banco central por parte de las fuerzas políticas suele tener un costo que paga la próxima generación. La muralla parece infranqueable, pero las grietas en el sistema siempre comienzan a expandirse por las concesiones humanas. La senda de bajada de tipos en 2026, en última instancia, dependerá de cuánto pueda aguantar esa pared.
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#通胀与经济增长 Cuando vi este artículo de Timiraos, lo que me vino a la mente fue la escena de la víspera de la última subida de tipos en 2015. En aquel entonces también era así: voces divididas dentro de la Reserva Federal, presiones externas en aumento, el mercado esperando una señal clara.
Las tres vías para reducir los tipos se explican con sinceridad, pero también revelan la difícil realidad. ¿Esperar a que la inflación baje? Eso requiere tiempo, y la presión política nunca da a los economistas la paciencia suficiente. ¿Deteriorar el mercado laboral? Es una medida desesperada, ningún decisor realmente desea ver un aumento en la tasa de desempleo solo para bajar los tipos. La tercera vía es aún más interesante: cambiar la composición del personal en la sala de reuniones de la Reserva Federal, una lucha de poder en su esencia.
Trump es como ese velociraptor que tantea frente a la valla, una metáfora muy acertada. Históricamente, ningún presidente ha desafiado tan directamente la independencia de la Fed, al menos no de manera tan continua y pública. La presión de Nixon sobre Burns en los años 70, la mano dura de Volcker contra la inflación, son referencias, pero las presiones y los medios actuales son muy diferentes.
Lo que me recuerda es que cada ciclo de erosión de la independencia del banco central por parte de las fuerzas políticas suele tener un costo que paga la próxima generación. La muralla parece infranqueable, pero las grietas en el sistema siempre comienzan a expandirse por las concesiones humanas. La senda de bajada de tipos en 2026, en última instancia, dependerá de cuánto pueda aguantar esa pared.