El Ciclo de Benner, introducido en 1875, predice eventos económicos significativos a través de tres fases: Crecimiento, Pánico y Depresión. Las estrategias de inversión varían según la fase, enfatizando la diversificación en el crecimiento y la precaución durante las caídas. Aunque es valioso, el ciclo debe complementar otros análisis, especialmente en los complejos mercados de hoy.