Kareem era un joven ambicioso que amaba dibujar, pero solo tenía hojas viejas y simples bolígrafos. Cada día, después de la escuela, se sentaba en un rincón de su habitación y convertía sus ideas en dibujos, a pesar de todas las dificultades. Nunca se rindió y creyó que la perseverancia marca la diferencia. Después de años, una escuela local exhibió sus cuadros en una pequeña exposición, y Kareem se sorprendió al ver a la gente admirando sus obras. Hoy, es un artista reconocido en su zona, y todos los que ven sus comienzos no creen que todo este éxito empezó con una hoja vieja y un bolígrafo s
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