¡El sueño de inversión de cinco años de Pi Network se ha hecho añicos! 60 millones de mineros han minado en vano, la capitalización de mercado se ha evaporado hasta 1.7 mil millones
Pi Network fue en su momento la sorpresa del proyecto cripto en 2019, prometiendo que cualquiera pudiera minar y enriquecerse usando solo un teléfono móvil, atrayendo a más de 60 millones de usuarios. Pero tras la apertura de la mainnet en febrero de 2025, el precio del token cayó desde su máximo histórico de 3 dólares hasta 0.2040 dólares, y su valor de mercado se evaporó de casi 200 mil millones de dólares a 1.7 mil millones. Los mineros descubrieron que estaban atrapados en un proceso KYC que impedía retirar sus tokens, y los logros de cinco años de minería se convirtieron en nada.
De 60 millones de usuarios a la caída en la cadena fantasma
(Fuente: Google Play Store)
Pi Network fue lanzado en 2019 por el Dr. Nicolas Kokkalis y la Dra. Chengdiao Fan, de la Universidad de Stanford, con una visión muy atractiva: a diferencia de Bitcoin, que requiere hardware especializado, cualquiera podía minar Pi con un smartphone, con costos de transacción mucho menores que otras criptomonedas. Esta narrativa de “todos pueden minar y hacerse rico” se difundió rápidamente en todo el mundo, alcanzando más de 100 millones de descargas en Android.
El proyecto pasó en diciembre de 2021 a una mainnet cerrada, prometiendo que la red ya estaba lista, pero solo operaba en una red interna. Este período cerrado duró más de tres años, durante los cuales Pi Network continuó atrayendo nuevos usuarios a la minería. Muchos abrían la app todos los días para pulsar el botón de minería, soñando con la libertad financiera cuando Pi estuviera en exchanges.
En febrero de 2025, la mainnet finalmente se abrió, permitiendo que el token se listara en exchanges como Gate. Pero el sueño se desvaneció en un instante. Primero, solo los usuarios que pasaron un riguroso proceso KYC pudieron transferir sus tokens desde la mainnet cerrada a la abierta. Este proceso KYC era extremadamente engorroso y opaco, y millones de usuarios fueron rechazados por diversas razones, atrapando sus logros de minería en el sistema sin poder vender.
Lo que fue aún peor, es que incluso los afortunados que pasaron el KYC descubrieron que el valor del token estaba muy por debajo de lo esperado. Tras un breve pico de 3 dólares en el lanzamiento, el precio empezó a desplomarse, y actualmente está en 0.2040 dólares. Cinco años de esfuerzo no trajeron libertad financiera, sino desesperación y pérdida total.
Tres fallos fatales que hicieron evaporar 200 mil millones de dólares de valor de mercado
(Fuente: Trading View)
La caída de Pi Network no fue casualidad, sino el resultado inevitable de defectos estructurales. El primer problema fatal fue la falta de listados en exchanges principales. A diferencia de muchas nuevas cripto, Pi Network no logró apoyo de los principales exchanges. Incluso un CEO de un CEX importante llegó a decir públicamente que era una estafa, lo que marcó un sello negativo que acabó con la posibilidad de que Pi entrara en el mercado mainstream.
La ausencia de exchanges principales significó una liquidez extremadamente escasa. Incluso los usuarios que poseían Pi tenían dificultades para vender, y el precio cayó en picado. Peor aún, la falta de respaldo de los grandes exchanges hizo que Pi Network fuera vista como una moneda sin credibilidad por inversores institucionales y traders profesionales, acelerando aún más la caída del precio.
Los fallos fatales que llevaron a Pi Network a la bancarrota
Cadena fantasma: Aunque dicen que hay aplicaciones en la red, en realidad carece de usuarios reales y DApps valiosos, con una actividad muy baja, y en la industria la llaman “cadena fantasma”.
Efecto de dilución extremo: Cada semana se desbloquean millones de tokens nuevos, y en los próximos 12 meses se liberarán más de 1.200 millones, con una presión de oferta que aplasta el precio.
Centralización autoritaria: La Pi Foundation controla miles de millones de tokens, sin mecanismos de votación, sin poder de decisión para la comunidad, y sin transparencia básica. Esta combinación de “cripto con fachada y dictadura centralizada” hizo que Pi Network perdiera la confianza de la comunidad cripto.
La cadena fantasma es la etiqueta más mortal para Pi Network. Aunque el equipo afirma que hay aplicaciones en la red, investigaciones muestran que casi no hay usuarios reales en esas DApps, muchas de ellas sin utilidad alguna. ¿De dónde puede obtener valor una blockchain sin aplicaciones reales? Cuando los inversores se den cuenta de que Pi Network es solo una fachada vacía, la oleada de ventas será inevitable.
El efecto de dilución es una toxina crónica que destruye el precio lentamente. A diferencia de Bitcoin, con suministro limitado, Pi Network libera millones de tokens cada semana, y aún hay más de 1.200 millones por desbloquear. Esto significa que, incluso con nuevas entradas de capital, el valor se diluye continuamente por la expansión de la oferta. Los tokens minados en los primeros años pierden valor por la constante emisión de nuevos tokens, y este modelo económico es fundamentalmente insostenible para mantener el precio.
La gobernanza centralizada viola el espíritu original de las criptomonedas. La Pi Foundation, una entidad poco conocida, controla miles de millones de tokens sin restricciones. La comunidad no puede votar ni decidir sobre el rumbo del proyecto, ni supervisar la emisión de tokens, y carece incluso de transparencia básica. Esta “fachada de cripto + núcleo autoritario centralizado” hizo que Pi Network perdiera la confianza de la comunidad cripto.
¿Podrá la autoconservación en la desesperación tener éxito?
Con justicia, la caída de Pi Network coincidió con la debilidad general del mercado cripto, donde incluso Bitcoin y Ethereum también ajustaron sus precios. Para intentar revertir la tendencia, el equipo está haciendo algunos cambios. Están desarrollando una red de prueba para un generador de tokens, un Automated Market Maker (AMM) y una plataforma de intercambio descentralizado (DEX), esperando que su plataforma DEX atraiga usuarios como lo hicieron plataformas exitosas como Aave y Raydium.
Además, Pi Network invirtió en los proyectos CiDi Games y OpenMind, donde el primero integrará funciones de juego y el segundo busca convertirse en una plataforma de IA. También registraron su token en Europa bajo MICA, lo que les daría la oportunidad de listar en exchanges principales de esa región. Si estas iniciativas tienen éxito, podrían mejorar los fundamentos de Pi Network.
No obstante, si estas medidas de autoconservación podrán revertir la situación sigue siendo una gran incógnita. El desarrollo de DEX y AMM requiere tiempo, y no está claro si Pi Network tiene suficiente usuario y liquidez para sostener esas funciones. La integración de juegos y IA, además, llega demasiado tarde, y el mercado ya ha perdido la paciencia con Pi Network.
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¡El sueño de inversión de cinco años de Pi Network se ha hecho añicos! 60 millones de mineros han minado en vano, la capitalización de mercado se ha evaporado hasta 1.7 mil millones
Pi Network fue en su momento la sorpresa del proyecto cripto en 2019, prometiendo que cualquiera pudiera minar y enriquecerse usando solo un teléfono móvil, atrayendo a más de 60 millones de usuarios. Pero tras la apertura de la mainnet en febrero de 2025, el precio del token cayó desde su máximo histórico de 3 dólares hasta 0.2040 dólares, y su valor de mercado se evaporó de casi 200 mil millones de dólares a 1.7 mil millones. Los mineros descubrieron que estaban atrapados en un proceso KYC que impedía retirar sus tokens, y los logros de cinco años de minería se convirtieron en nada.
De 60 millones de usuarios a la caída en la cadena fantasma
(Fuente: Google Play Store)
Pi Network fue lanzado en 2019 por el Dr. Nicolas Kokkalis y la Dra. Chengdiao Fan, de la Universidad de Stanford, con una visión muy atractiva: a diferencia de Bitcoin, que requiere hardware especializado, cualquiera podía minar Pi con un smartphone, con costos de transacción mucho menores que otras criptomonedas. Esta narrativa de “todos pueden minar y hacerse rico” se difundió rápidamente en todo el mundo, alcanzando más de 100 millones de descargas en Android.
El proyecto pasó en diciembre de 2021 a una mainnet cerrada, prometiendo que la red ya estaba lista, pero solo operaba en una red interna. Este período cerrado duró más de tres años, durante los cuales Pi Network continuó atrayendo nuevos usuarios a la minería. Muchos abrían la app todos los días para pulsar el botón de minería, soñando con la libertad financiera cuando Pi estuviera en exchanges.
En febrero de 2025, la mainnet finalmente se abrió, permitiendo que el token se listara en exchanges como Gate. Pero el sueño se desvaneció en un instante. Primero, solo los usuarios que pasaron un riguroso proceso KYC pudieron transferir sus tokens desde la mainnet cerrada a la abierta. Este proceso KYC era extremadamente engorroso y opaco, y millones de usuarios fueron rechazados por diversas razones, atrapando sus logros de minería en el sistema sin poder vender.
Lo que fue aún peor, es que incluso los afortunados que pasaron el KYC descubrieron que el valor del token estaba muy por debajo de lo esperado. Tras un breve pico de 3 dólares en el lanzamiento, el precio empezó a desplomarse, y actualmente está en 0.2040 dólares. Cinco años de esfuerzo no trajeron libertad financiera, sino desesperación y pérdida total.
Tres fallos fatales que hicieron evaporar 200 mil millones de dólares de valor de mercado
(Fuente: Trading View)
La caída de Pi Network no fue casualidad, sino el resultado inevitable de defectos estructurales. El primer problema fatal fue la falta de listados en exchanges principales. A diferencia de muchas nuevas cripto, Pi Network no logró apoyo de los principales exchanges. Incluso un CEO de un CEX importante llegó a decir públicamente que era una estafa, lo que marcó un sello negativo que acabó con la posibilidad de que Pi entrara en el mercado mainstream.
La ausencia de exchanges principales significó una liquidez extremadamente escasa. Incluso los usuarios que poseían Pi tenían dificultades para vender, y el precio cayó en picado. Peor aún, la falta de respaldo de los grandes exchanges hizo que Pi Network fuera vista como una moneda sin credibilidad por inversores institucionales y traders profesionales, acelerando aún más la caída del precio.
Los fallos fatales que llevaron a Pi Network a la bancarrota
Cadena fantasma: Aunque dicen que hay aplicaciones en la red, en realidad carece de usuarios reales y DApps valiosos, con una actividad muy baja, y en la industria la llaman “cadena fantasma”.
Efecto de dilución extremo: Cada semana se desbloquean millones de tokens nuevos, y en los próximos 12 meses se liberarán más de 1.200 millones, con una presión de oferta que aplasta el precio.
Centralización autoritaria: La Pi Foundation controla miles de millones de tokens, sin mecanismos de votación, sin poder de decisión para la comunidad, y sin transparencia básica. Esta combinación de “cripto con fachada y dictadura centralizada” hizo que Pi Network perdiera la confianza de la comunidad cripto.
La cadena fantasma es la etiqueta más mortal para Pi Network. Aunque el equipo afirma que hay aplicaciones en la red, investigaciones muestran que casi no hay usuarios reales en esas DApps, muchas de ellas sin utilidad alguna. ¿De dónde puede obtener valor una blockchain sin aplicaciones reales? Cuando los inversores se den cuenta de que Pi Network es solo una fachada vacía, la oleada de ventas será inevitable.
El efecto de dilución es una toxina crónica que destruye el precio lentamente. A diferencia de Bitcoin, con suministro limitado, Pi Network libera millones de tokens cada semana, y aún hay más de 1.200 millones por desbloquear. Esto significa que, incluso con nuevas entradas de capital, el valor se diluye continuamente por la expansión de la oferta. Los tokens minados en los primeros años pierden valor por la constante emisión de nuevos tokens, y este modelo económico es fundamentalmente insostenible para mantener el precio.
La gobernanza centralizada viola el espíritu original de las criptomonedas. La Pi Foundation, una entidad poco conocida, controla miles de millones de tokens sin restricciones. La comunidad no puede votar ni decidir sobre el rumbo del proyecto, ni supervisar la emisión de tokens, y carece incluso de transparencia básica. Esta “fachada de cripto + núcleo autoritario centralizado” hizo que Pi Network perdiera la confianza de la comunidad cripto.
¿Podrá la autoconservación en la desesperación tener éxito?
Con justicia, la caída de Pi Network coincidió con la debilidad general del mercado cripto, donde incluso Bitcoin y Ethereum también ajustaron sus precios. Para intentar revertir la tendencia, el equipo está haciendo algunos cambios. Están desarrollando una red de prueba para un generador de tokens, un Automated Market Maker (AMM) y una plataforma de intercambio descentralizado (DEX), esperando que su plataforma DEX atraiga usuarios como lo hicieron plataformas exitosas como Aave y Raydium.
Además, Pi Network invirtió en los proyectos CiDi Games y OpenMind, donde el primero integrará funciones de juego y el segundo busca convertirse en una plataforma de IA. También registraron su token en Europa bajo MICA, lo que les daría la oportunidad de listar en exchanges principales de esa región. Si estas iniciativas tienen éxito, podrían mejorar los fundamentos de Pi Network.
No obstante, si estas medidas de autoconservación podrán revertir la situación sigue siendo una gran incógnita. El desarrollo de DEX y AMM requiere tiempo, y no está claro si Pi Network tiene suficiente usuario y liquidez para sostener esas funciones. La integración de juegos y IA, además, llega demasiado tarde, y el mercado ya ha perdido la paciencia con Pi Network.